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El gigante inmobiliario chino Evergrande debió suspender este lunes sus operaciones de bolsa. Ahogada en deudas, la firma lleva meses luchando por hacer frente a sus compromisos con los tenedores de sus bonos e inversores, tras verse atrapada por medidas tomadas por la República Popular China para contener a su sector inmobiliario.
Se trata de la segunda vez en tres meses que el gigante chino interrumpe sus operaciones en la bolsa de Hong Kong, después de que ya lo hiciera en octubre. El grupo inmobiliario acumula un pasivo superior a los u$s 300.000 millones y en 2021 sus acciones perdieron el 89% de su valor.
"La desarrolladora inmobiliaria China Evergrande anunció que difundiría información privilegiada este lunes, lo que motivó a los mercados a suspender la negociación de las acciones de la compañía", resumió el Grupo SBS a través de un informe en el que llamó a estar "atentos a Evergrande".
Desde septiembre pasado que los mercados financieros internacionales vienen siguiendo con atención la posibilidad de que se produzca un colapso de Evergrande. Es que según estiman los analistas, eso podría generar no solo una mayor en el mercado inmobiliario de ese país, sino que podría provocar un efecto dominó en el sistema financiero mundial.
En alerta
Pero las alarmas volvieron a encenderse anoche. Fue luego de que medios locales se hicieran eco de un documento del Gobierno local de Danzhou fechado a 30 de diciembre que ordenaba a Evergrande la demolición, en el plazo de diez días, de 39 edificios que cubren un área de 435.000 metros cuadrados.
Según el aviso, el proyecto viola las leyes de planificación urbana y rural y no cumple con los estándares de calidad. Evergrande aún no se ha pronunciado al respecto.
Idas y vueltas
La semana pasada, recordó la agencia AFP, Evergrande alegró momentáneamente a sus inversores al anunciar que podría entregar decenas de miles de unidades residenciales este mes y pagar algo de su deuda. Pero sus acciones cayeron al final de la semana tras reportes de que no había pagado otros dos bonos offshore.
La empresa insistió durante los últimos meses que completaría sus proyectos inconclusos y los entregaría a los compradores, en un intento desesperado por salvar sus deudas pese a haber incumplido un pago previo de más de u$s 1200 millones.
Incluso, el 31 de diciembre, en un mensaje de fin de año para los empleados del grupo, su presidente y fundador, Xu Jiayin, anunció que la tasa de reanudación de los proyectos inmobiliarios del conglomerado había llegado al 91,7%, al tiempo que prometía un "futuro brillante" para la compañía.
El desarrollador había sido señalado en diciembre por las agencias calificadores como en default, luego de que dejó de pagar sus obligaciones a tiempo.













