

El Banco Central resolvió subir tres puntos las tasas de interés de los plazos fijos y de las Leliq en un intento por apretar el torniquete monetario para frenar la inflación.
Después de conocerse el dato de la inflación de febrero en 6,6%, el Central resolvió, después de seis meses sin movimientos, que ambas tasas de interés deberían subir a 78% nominal anual, la principal medida conocida hasta el momento para frenar la escalada de precios.
La Tasa Efectiva Anual (TEA) implícita en estas tasas anuales son de 112.98% en el caso de los depósitos a plazo fijo a 30 días y de 113,2% en las Leliq a 28 días.
Del mismo modo, el nuevo rendimiento mensual de los depósitos a plazo fijo pasa a ser de 6,5%, prácticamente en línea con la inflación de febrero, de 6,6 por ciento.
En ambos casos, se sitúan en términos positivos en relación con la inflación pasada, que en los últimos 12 meses llegó a 102,5%, de acuerdo con el Indec.

Un semestre después
La decisión del directorio se produce después de haber mantenido sin variantes las tasas de interés de los plazos fijos y de las Leliq, ya que el último movimiento fue el 15/9, cuando el IPC interanual había pasado del 71% de julio al 78,5% en agosto.
Los precios en ese último mes se habían incrementado un 7%. En julio habían alcanzado un pico de 7,4%, y sellaron también la suerte del entonces ministro de Economía Martín Guzmán.
Pases y tarjetas de crédito, sin cambios
El directorio del Banco Central decidió en cambio mantener sin cambio las tasas de los pases, la otra alternativa de pasivos remunerados para los inversores institucionales.
A la vez, no varió las tasas de interés de referencia para las líneas de inversión productiva y las tarjetas de crédito.













