

Tal como se esperaba, la primera medida fuerte del nuevo directorio del Banco Central, presidido por Miguel Ángel Pesce, fue una fuerte baja de tasas de Leliq. Así, la autoridad monetaria fijó un nuevo piso de 58% para su tasa de referencia.
En un comunicado, el BCRA justificó esta decisión: "En el marco de la actual situación macroeconómica de transición, dado el cambio de contexto que significará la normativa puesta a consideración del Congreso Nacional, la convocatoria a un Acuerdo Social y la búsqueda de un esquema sustentable del endeudamiento del Gobierno, la magnitud de la tasa de interés de referencia se ubica en un nivel inadecuado y potencialmente inconsistente con las perspectivas de evolución nominal de las variables económicas relevantes".
Para el futuro, el directorio del Central adelantó una nueva curva de tasas, a partir de "la gestión de sustentabilidad de la deuda de la Administración Nacional en pesos". Esta nueva curva comenzaría a delinearse a partir de mañana con la primera licitación de Letras del Tesoro de la era de Alberto Fernández.
La última vez que el BCRA encaró una reducción tan fuerte de tasas fue a fines de octubre, luego de que se conociera el resultado electoral. Así, desde el pasado 1 de noviembre, la tasa de referencia de la economía pasó de 68% a 63%. En esta oportunidad, la decisión no estuvo impulsada por el Comité de Política Monetaria (COPOM), sino que sale del Directorio.
Aunque la expectativa de algunos sectores podía ser que en el gobierno de Fernández la reducción de tasas fuera aún más drástica, el directorio del Central se mantuvo cauto y explicó que como las Leliq son un instrumento financiero de muy corto plazo (siete días), "se encuentra determinado por los altos niveles de inflación de la actual coyuntura". El comunicado evitó referirse a la demanda de pesos o a las recientes medidas cambiarias del cepo.
Anteriormente, había anunciado la creación de una línea de préstamos para pymes exportadoras, en pesos pero con la tasa atada a la evolución del dólar. Se trata de un financiamiento que se desembolsa y se paga en moneda local pero cuya tasa será equivalente al avance del tipo de cambio mas un spread que deberá definir el banco con la pyme en cuestión.
Lo que se busca es impulsar el crédito para las pymes que exportan y tienen ingresos en dólares, y que, por el cepo cambiario, deben venderlos en el mercado. Las empresas podrán pagar esos préstamos con los pesos que obtengan cuando liquiden sus exportaciones.













