El Banco Central Europeo mantendrá el próximo jueves su reunión mensual de mayo con menor presión que la que experimentó a comienzos de año. Si bien existe riesgo de deflación en la economía de la zona euro, los pronósticos del funcionario italiano lanzados hace algunas semanas parecen haberse vuelto realidad, cuando señaló que el dato de inflación de abril de la zona euro sería mejor (y más alto) que el de marzo gracias al efecto alcista sobre los precios de la Semana Santa.
Según datos publicados en los últimos días, el alza de los precios se habría incrementado a 0,7%, dándole algo más de herramientas al Banco Central para estimular la economía. Así, el alejamiento de un escenario de deflación, al menos enfría de momento la expectativa de que la institución vaya a tomar medidas extraordinarias con carácter inminente.
La deflación es el último desafío que enfrenta el BCE: por eso había señalado que pensaba tomar medidas extraordinarias que contemplarían incluso la compra de activos, una fórmula que ya ha sido ampliamente utilizada por la Reserva Federal y el Banco de Japón. Por su historia (especialmente la historia de Alemania) toda iniciativa para fogonear el alza de los precios es tomado como algo “peligroso” por los gobernadores del BCE.
La reunión de mayo llega con nuevos indicadores y la previsión de los expertos es que el BCE no tomará nuevas medidas este jueves. No habrá recortes en las tasas ni activación del programa de compra de activos.
Es más: citado por el parlamento alemán para que "aclare" si pensaba dar rienda suelta a un programa de expansión monetaria, Draghi rectificó esta cuestión en los últimos días. Dijo que “sólo si empeora la economía”, pensaba hacer algo. El euro cotiza a u$s 1,38 y avanzó apenas 0,72% en lo que va del año.
Tras la reunión del 7 de noviembre de 2013, el Banco Central Europeo decidió reducir la tasa de interés aplicable a las operaciones principales de financiación del Eurosistema en 0,25 puntos porcentuales hasta situarse en el 0,25%. En ese nivel se encuentra ahora.
