

La primera obligación negociable atada a las tasas de las Lebac se colocó ayer con una respuesta mejor a la esperada: el Hipotecario pagará una tasa equivalente al 95% de la de la Lebac a 90 días pero para nueve meses. Si bien este costo por encima del 25% resulta mayor al que pagan las empresas en las emisiones atadas a la Badlar, le permitió al banco recoger $ 372 millones, un 25% más que en las colocaciones anteriores que incluían tasa fija.
Ayer con la serie XXII a nueve meses, el banco innovó emitiendo un título atado a la tasa de las Lebac a 90 días para reemplazar sus habituales emisiones a tasa fija.
El mercado ofreció $ 285,7 millones para lograr un factor entre 0,9 y 1 sobre una tasa de Lebac cercana a 26,86% (a 98 días). El banco aceptó 0,95 y logró $ 253 millones, lo que superó sus expectativas.
Ahora pagará un 25,5% a nueve meses. Se trata de un costo menor al que paga el Banco Central por un título más líquido, más corto y de mejor riesgo crediticio, pero que quedó desarbitrado respecto de lo que pagan sus pares corporativos por el mismo plazo.
El banco esperaba que el bono cortara en un 22,5-23% (similar a la tasa Badlar más un spread del 2 a 2,5%), pero pagar esta prima sobre un bono similar le permitió conseguir un monto mayor y probar un mercado nuevo.
Los compradores fueron principalmente fondos comunes de inversión que habían llegado al tope de sus tenencias de Lebac o necesitaban diversificar sus inversiones en pesos, pero les interesa su rendimiento o ven la Badlar estancada.
Se estima que el banco pagó un costo de entrada y que las próximas emisiones deberían arbitrarse con los pares corporativos.
Ayer le permitió recolectar un monto que supera ampliamente las colocaciones a tasa fija de meses anteriores (entre 12 y 45 millones de pesos, entre 27 y 25,5% de tasa) de este año.
De hecho, el tramo atado a la Lebac recaudó más del doble que la serie atada a la Badlar.
La serie XXIII recaudó $ 119,4 millones al pagar Badlar más una sobretasa de 3,25% para un plazo de 18 meses, tras recibir órdenes por $ 150 millones. (En las colocaciones anteriores había obtenido $ 251 millones a 2,75%, $ 275,83 a 3,75% y $ 89,7 a 4,25%.).
Los inversores convalidan la Badlar, aunque el rendimiento quede por debajo de la inflación y devaluación del tipo de cambio esperadas (en la medida que la tasa de los plazos fijos no se dispare). Pero es el destino obligado para la fuerte liquidez que hay en los fondos, aseguradoras y bancos, como consecuencia de la gran emisión monetaria.
El bono atado a la Lebac tenía como fin reemplazar las series a tasa fija -que restan volatilidad al costo de fondeo-, que no venían despertando interés en el mercado. Pagará el cupón promediando las últimas cuatro licitaciones a la fecha. La emisión prevé que si el Central dejara de licitar las letras, los intereses se calculen en base a la Badlar y un spread prefijado.
La necesidad de desarrollar un producto nuevo tiene que ver con el contexto de tasa desarbitradas. Por la fuerte liquidez en los bancos, la Badlar está en sus mínimos, del 20,25%, y bastante separada de las tasas de las Lebac, que no pueden bajar mientras se sostenga la brecha cambiaria.













