Los "canutos" entre las medias, guardar dinero abajo del colchón o cortar la tarjeta de crédito son algunos de los métodos que se utilizan desde hace años para intentar ahorrar y gastar menos, pero si bien no todos funcionan, algunos recursos con muchos años de antigüedad mantienen vigencia en las finanzas personales.
Estos "nuevas-viejas" modalidades para ahorrar muchas veces se han adaptado a apps o páginas que enseñan estas formas de llegar a fin de mes, aunque la idea principal es la misma que utilizaban un siglo atrás.
Para llevarlas a cabo no es necesario utilizar ninguna tecnología, sino que lo más importante de estas tácticas es la organización: determinar para qué se utilizará el dinero, y reducir las deudas que uno contrae a futuro.
Dentro de estas opciones de ahorro el efectivo tiene un papel preponderante, porque simplifica la visualización de para qué se utilizará el dinero. Todos los gastos se efectúan y pagan en el momento, y además ayuda a saber cuánto queda para lo que resta del mes.
Ahorro: Las principales tácticas
- Los sobres
Una de las formas que utilizaban los abuelos y aún sigue vigente es la de organizar todos los gastos en diferentes sobres o frascos que posibiliten separar el dinero que se utilizará para cada rubro y etiquetarlos: comida, salidas, alquiler, etc.: y si se tienen, uno muy importante es el de las deudas.
De esta manera, a medida que avanza el mes se saca dinero en efectivo de cada recipiente para los gastos que se necesite hacer en ese rubro.
Hoy se puede hacer de diferentes maneras: hay apps que organizan estos gastos de forma similar, y se puede hacer una planilla en Excel con los montos o disponer de diferentes cuentas en donde se organizan las cifras de dinero asignado como si fueran los sobres o los frascos.
Originalmente son 6 sobres: se recomienda destinar un 55% de los ingresos a los gastos; un 10% para el ocio; un 10% a la formación académica; un 10% a la inversión; un 10% para el ahorro a largo plazo; y el 5% restante para distintos imprevistos.
- Kakeibo, el centenario método de ahorro japonés
Esta forma de llegar a fin de mes se traduce como "libro de cuentas del hogar", y permite ahorrar hasta un 35% de los ingresos que se disponen a lo largo del período en el que se utiliza.
Un punto clave del método Kakeibo es volver a lo tradicional y tener una libreta de finanzas para anotar todos tus gastos. También es importante guardar todos los recibos y tickets de compra.
Un día a la semana es necesario anotar todos los gastos, separándolos en categorías: Supervivencia (vivienda, transporte, comida y gastos médicos); Cultura (libros, conciertos y películas); Opcional (ropa, accesorios, tabaco, restaurantes, discotecas) y Extra (para gastos inesperados).
Este recurso sirve también para visualizar los gastos que se tuvieron durante los días que se cargan, y así saber del dinero que resta. Esta práctica también puede hacerse de forma virtual en una planilla, o en distintas apps que sirven de igual forma.
- Gastá solamente en efectivo
Al pagar solamente con monedas y billetes, todos los gastos que se realicen serán saldados en el momento y así no se dependerá de tarjetas de crédito o diferentes instrumentos que pueden generar una deuda a futuro que será difícil de pagar.
Pero no solo es una percepción, sino que según estudios realizados por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada de España, abonar con tarjeta aumenta el gasto un 15%, aunque nos "duele" menos. En este sentido, incluso hay escáneres cerebrales que lo comprueban.
- Hacelo vos mismo
Una de las formas más antiguas de ahorro y que también tiene vigencia es aprender a hacer diferentes cosas que nos implicaría gastar dinero que se puede guardar para el futuro: cocinar uno mismo en vez de pedir comida; limpiar en vez de contratar a alguien; o arreglar cosas simples del hogar.
Hoy en día esto es mucho más simple que antes por los recursos tecnológicos que existen para facilitarlo. Se puede ingresar a YouTube y conseguir tutoriales de un montón de cosas para aprender a hacerlas, desde cocinar hasta cómo realizar arreglos en la casa.