
El memo que Stephen Elop envió al personal de Nokia, y que se filtró por Internet, estaba destinado a convertirse en un clásico en el arte de las comunicaciones corporativas. Con su forma elegante de escribir y su brutal honestidad, la misiva de 1.200 palabras está lejos de parecerse a los discursos motivacionales del gerente promedio.
Sin embargo, si bien el Elop recibió elogios por su claridad, la decisión de dejar al descubierto los pesares de Nokia en un documento que estaba casi garantizado que se filtraría por Internet constituye una apuesta muy riesgosa.
Al advertir que Nokia se encuentra sobre una plataforma en llamas y que sólo puede sobrevivir si da un peligroso salto a lo desconocido, Elop validó todas las críticas que recibe la compañía desde que su dominio de la industria de la telefonía móvil pierde fuerza por el avance de una nueva generación de aparatos con acceso a la Web, encabezada por Apple iPhone.
El riesgo es que sus palabras refuercen más la percepción de que es un castigado gigante en caída libre, una impresión que afectó no sólo el precio de las acciones de la compañía sino que también la imagen de la marca, dado que los consumidores se pasan a productos más llamativos de fabricantes rivales.
Elop parece haber calculado que el costo de esa honestidad pesa menos que la necesidad de lograr que su fuerza laboral comprenda la escala de los problemas de Nokia y de comunicar a los inversores que el cambio está en camino.
Sin embargo, con el devastador diagnóstico de los problemas de la compañía, que declara estar años atrasado con respecto a algunos rivales de smartphones, Elop ahora tendrá la presión de presentar una explicación de cómo planea sacar adelante a Nokia.
Ya eran altas las expectativas en cuanto a la tan esperada presentación de estrategia ante los inversores en Londres (que se realizará el viernes), la primera que hace desde que el ex ejecutivo de Microsoft asumió la conducción del grupo finlandés el septiembre de 2010. Se ha especulado con que podría anunciar una profunda reestructuración del management, además de medidas estratégicas para que el software de los teléfonos inteligentes de Nokia sean más competitivos frente al iPhone y una serie de aparatos que usan el sistema operativo Android de Google.
Un riesgo que corre Elop es que su memo genere expectativas de que hará algo mucho más radical que simplemente buscar una mejora para su sistema operativo Symbian, que él admitió no era competitivo en mercados clave.
El memo, cuya autenticidad fue confirmada por allegados a Nokia, representa un crudo relato de los esfuerzos de su CEO por detener la caída del mayor fabricante de teléfonos celulares. Otros puntos del mensaje de Elop son:
* La compañía necesita un cambio radical para sobrevivir.
* El primero iPhone salió en 2007, y nosotros todavía no tenemos un producto que se acerque a esa experiencia.
* Android apareció hace sólo dos años, y esta semana nos quitó la posición de liderazgo en smartphones. Increíble.
* Elop lamenta la pereza de Nokia para introducir aparatos en el mercado.
* Además del desafío proveniente de iPhone de Apple y la gran variedad de teléfonos inteligentes que usan Android, el memo también advirtió que Nokia estaba perdiendo mercado en el segmento de productos más baratos ante el avance de los fabricantes chinos.











