
El "momento populista" que vive Gran Bretaña quedó evidenciado en la sorprendente victoria electoral en las primarias laboristas que obtuvo Jeremy Corbyn, quien para algunos es la personificación de un revival socialista.
Pero el triunfo de Corbyn también causó consternación en algunas capitales del mundo; ¿qué significa la elección de un euroescéptico y activista por la paz como líder laborista para Gran Bretaña, su rol en el mundo y su futuro en la Unión Europea?
La notable victoria de Corbyn lo ubica firmemente en un movimiento populista de izquierda que crece en muchas partes del mundo, que rechaza la austeridad, despotrica contra la desigualdad y que está dispuesto a enfrentarse al exceso de capitalismo.
Syriza, el partido extremista que gobierna Grecia, dijo que el triunfo de Corbyn transmite "un mensaje de esperanza al pueblo de Europa". Mientras tanto el partido español Podemos anti austeridad simplemente afirmó: "Los felicitamos y apoyamos".
El líder laborista de 66 años también aprovechó otra fuerza poderosa: la desconfianza a los políticos en general que presidieron la crisis financiera de 2008 y sus consecuencias. Corbyn utilizó el poder que le otorga ser un outsider.
Hay ecos del éxito de Donald Trump en las primeras etapas de su carrera por la nominación presidencial republicana en Estados Unidos y una comparación más obvia del apoyo que recibe el disidente candidato presidencial demócrata Bernie Sanders. En un momento de masiva desigualdad de ingresos y riqueza en todo el mundo, me agrada ver que el partido laborista británico haya elegido a Jeremy Corbyn como su nuevo líder", dijo Sanders a Huffington Post.
Corbyn canalizó esas fuerzas para tomar control del partido Laborista, pero la gran pregunta que se hacen en las cancillerías de todo el mundo es: ¿puede él cambiar el país?
Altas figuras del partido aseguran que haber obtenido 250.000 votos en la contienda por el liderazgo incluyendo aquellos que pagaron 3 libras para poder participar después de haber anteriormente apoyado a los Verdes y otros partidos chicos no es prueba de que se venga una revolución nacional.
Lord Mandelson, ex ministro laborista y aliado de Tony Blair, aseguró: "Estamos experimentando un terremoto laborista, y no un momento nacional más general, organizado por un número de personas relativamente chico".
Hasta podría ser difícil cambiar el partido laborista. Corbyn no está empezando de la nada, sino que tendrá que darle nueva forma a una organización de 115 años con profundas tradiciones y estructuras de poder complejas.
A las 24 horas de su elección, el nuevo número dos del partido Tom Watson estaba aclarando que la mayoría de los Miembros del Parlamento laboristas no apoyarán el plan de Corbyn de abandonar las armas nucleares británicas o su sugerencia de que el Reino Unido debería salir de la OTAN.
Corbyn tendrá más legisladores laboristas dispuestos a apoyarlo en su rechazo a la acción militar británica en Siria David Cameron espera pronto enviar ese proyecto a votación a la Cámara de los Comunes pero el partido se dividirá.
Mientras tanto, Corbyn tiene antecedentes euroescépticos: votó a favor de que Gran Bretaña abandone la UE en un referéndum de 1975 y desafió a su partido a votar contra los tratados de Maastricht y Lisboa de la UE. Según él, podría contemplar una salida de Gran Bretaña de la UE si Cameron modera la protección de los trabajadores de Europa.
Cameron tiene algunas propuestas modestas en este tema, pero si Corbyn usa eso como pretexto para hacer campaña a favor de una salida de la UE, muchos en su partido no lo seguirán tal como dejó en claro Watson el domingo.
Jack Straw, ex secretario laborista de asuntos externos, recuerda que a principios de los ochenta, la izquierda laborista cambió su postura con respecto a la UE que antes considerada como un club capitalista cuando Bruselas empezó a legislar para una "Europa social", lo que enfureció a Margaret Thatcher.
Straw cuenta que muchos sindicatos todavía apoyan que Gran Bretaña sea miembro de la UE por esa razón y Denis MacShane, ex ministra laborista de Europa, habla de un "pro-europeanismo orgánico" del partido. Lord Manderson sostiene que la elección de Corbyn tendrá un "potencial impacto" sobre el referéndum sobre Europa, especialmente si la ambivalencia hacia la UE empieza a crecer tanto en la izquierda como en la derecha.














