Para el segundo trimestre de este año, la crisis del coronavirus habrá reducido casi 7% las horas que se trabajan en todo el mundo, un efecto "catastrófico" que equivale a la pérdida de 195 millones de trabajadores a tiempo completo, según Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La agencia de la ONU advirtió que 1250 millones de trabajadores -casi dos quintos de los 3300 millones de la fuerza laboral mundial- se desempeñan en sectores que sufren abruptas caídas de la producción, desde la venta minorista y bienes raíces hasta la actividad industrial, el alojamiento y los servicios de comidas. Más del 80% de la fuerza de trabajo mundial vive en países donde se aplican cuarentenas totales o parciales.

"Los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo", señaló Guy Ryder, director general de la OIT.

La escala y velocidad de la pérdida de empleo en todo el mundo desarrollado tomó por sorpresa a las autoridades políticas. En Estados Unidos casi 10 millones de personas solicitaron un subsidio por desempleo en las dos últimas semanas de marzo, y muchos economistas esperan que la tasa de desocupación norteamericana supere rápidamente el 10%. Una escala similar de pérdida de puestos de trabajo ha afectado a Europa, aunque muchos trabajadores pueden acceder a los planes de subsidios salariales diseñados por los gobiernos para limitar el desempleo a largo plazo.

La advertencia de la OIT llega apenas tres semanas después de haber publicado un análisis que sugería que por la pandemia se perderían 25 millones de puestos de trabajo en 2020, más de los que desaparecieron a raíz de la crisis financiera de 2008.

Ryder ahora afirma que es probable que 30 millones de personas pierdan su empleo sólo en el primer trimestre, y que la OIT calcula un impacto mucho más grave a corto plazo en base a datos más recientes de encuestas a empresas.