El gobierno de México anunció que enviará al Congreso el proyecto de reforma financiera que apunta a impulsar el crecimiento económico, abaratando y facilitando el acceso al crédito por parte de las compañías.

La propuesta, que llegó mientras Fitch (la agencia calificadora de crédito) elevaba a BBB+ la nota de la deuda extranjera de México, tiene como meta elevar las tasas de endeudamiento que tradicionalmente han sido bajas en el país. De esa manera, se eliminaría un obstáculo que, según la mayoría de los economistas, está evitando el crecimiento.

Enrique Peña Nieto, el presidente azteca, señaló que juntas las reformas elevarían la tasa anual de expansión de México a 6% anual dentro de cinco años, comparado con el 4% registrado en 2012.

Flanqueado por líderes de la oposición, imagen que pasó a ser habitual cuando anuncia una importante reforma, Peña Nieto comentó que la propuesta de reforma es esencial para que la economía crezca más y generen los empleos que nuestra población necesita.

Desde que asumió el cargo en diciembre, Peña Nieto (del Partido Revolucionario Institucional) agrada a los inversores internacionales cuando habla de modificar las estructuras corporativistas de México y eliminar las barreras a la competencia.

La última señal de que México está mejorando su reputación internacional se observó cuando Fitch sostuvo que estaba decidido a elevar la nota de la deuda del país basándose en sus sólidos fundamentals macroeconómicos y su compromiso hacia la reforma estructural.

En una declaración, el gobierno informó que el proyecto de reforma financiera alentará al banco de desarrollo del país a otorgar préstamos en forma más activa. Al mismo tiempo, el gobierno propone reducir el costo del endeudamiento introduciendo más competencia entre los bancos mayormente extranjeros.

Es importante que el proyecto también apunta a modernizar las leyes de quiebra y hacer que para los bancos sea más fácil reclamar activos de compañías que no cumplen con los pagos de los préstamos, algo que las entidades hace tiempo que piden.

Durante años, los bancos en México se mostraron fuertemente adversos al riesgo. Prestan sólo el equivalente a 26% del PBI, comparado con más del doble en Brasil y cerca del 100% en Chile.

Los propietarios de pequeñas y medianas empresas, que generan el 75% de los empleos, sólo representan el 15% del crédito al sector privado.

Eso, aseguran los economistas, actúa como freno a la demanda y al crecimiento económico.

El gobierno hace varias semanas que quería revelar la propuesta de reforma financiera, pero se vio obligado a posponerla después de que políticos de la oposición acusaron al partido de Peña Nieto de usar fondos de asistencia social para ganar votos en las próximas elecciones.