
El derrumbe de los precios del crudo provoca incertidumbre entre los ejecutivos, independientemente de si sus compañías se perjudiquen o beneficien con el descenso de las cotizaciones.
En el Foro Económico Mundial en Davos los líderes de las grandes petroleras, muchas de las cuales anunciaron recortes de costos en los últimos días, trataron de poner buena cara.
En una de las reuniones inaugurales del foro ayer, Patrick Pouyanné, CEO de la petrolera francesa Total, habló con gran tranquilidad sobre la caída de los precios del petróleo, que desde el verano boreal retrocedieron en más de un 50%. "El ciclo volverá y el precio subirá de nuevo", aseguró.
En una charla con Financial Times a principios de esta semana afirmó que Total "capeará la tormenta" acelerando y profundizando la reducción de costos. Afirmó que quienes predicen mayores efectos colaterales "subestiman la capacidad del sistema, particularmente en la industria estadounidense, de reaccionar en términos de eficiencia". Agregó que el principal problema será la continua disponibilidad de financiación para las compañías que, a diferencia de Total, están altamente apalancadas.
Sin embargo, el grupo energético italiano Eni fue más directo en cuanto al panorama incierto, advirtiendo a Reuters TV que los precios podrían dispararse a u$s 200 el barril. Más tarde dijo en un encuentro del Foro que lo que se necesita es un "banco central del petróleo, como tenemos en el sistema financiero, para darle estímulo y estabilizar los precios", en una clara referencia al rol de la OPEP, el cartel de productores de petróleo, que se negó a reducir la producción.
Las petroleras sostienen que los precios bajos representan una oportunidad para diversificarse en energía alternativa y mejorar la eficiencia, tal como lo hicieron en los noventa después del derrumbe de las cotizaciones. Majid Jafar, CEO de Crescent Petroleum, una compañía independiente, afirmó: "Claramente todos están buscando cortar la grasa, pero no es tan grave como cortar músculo y huesos, al menos no en las principales regiones productoras de petróleo como Medio Oriente".
Los asistentes a una cena de trabajo para la comunidad de gas y petróleo, llevada a cabo el martes, contaron que los ejecutivos de grupos petroleros y compañías de servicios llegaron preguntándose si sus iniciativas conjuntas para captar personal calificado o para impulsar la innovación todavía son relevantes con este cambio que sufre el mercado. Pero aseguran que arribaron a la conclusión de que la planificación a largo plazo todavía es importante. En el largo plazo, la industria tendría que "invertir una inmensa cantidad de dinero" para enfrentar la elevada demanda de crudo que se prevé para 2030, señaló Pouyanné.
Kenneth Rogoff, economista de Harvard, dijo que el efecto positivo de la caída en los precios del petróleo será "bastante fuerte dentro de un año y que la gente está subestimando cómo eso ayudará" a estimular la economía global.
Sin embargo, para los consumidores industriales de crudo el derrumbe del precio beneficiaría a aquellas compañías que trabajan en ciclos cortos.
El director financiero de una importante compañía química europea contó que él planifica a 18 meses, y que para entonces el precio podría haberse fortalecido nuevamente. La mayoría de las empresas probablemente se hayan cubierto para un precio cercano a u$s 70 cuando estaba a más de u$s 100, lo cual aliviará el impacto inmediato del reciente descenso a menos de u$s 50 el barril.
Stephan Tanda, miembro del directorio de Royal DSM, grupo holandés de ciencia para la vida, sostuvo que si bien la baja de los precios del crudo los benefició directamente a ellos como usuarios de energía, el impacto más importante fue para los consumidores del sector agrícola, donde el impacto se siente rápidamente.
Mientras tanto, los fabricantes de equipos para ahorro de energía o para energía alternativa afirman que las compañías y los países no deberían disminuir su énfasis en mejorar la eficiencia energética general.
Alex Molinaroli, CEO de Johnson Controls, sostiene que en teoría "es abundante la energía que se abastece hoy, pero normalmente llega a los lugares equivocados, en el momento equivocado y a un costo equivocado".













