
Será el misterio del dinero perdido. Cuando el precio del crudo Brent cayó más del 50% en la segunda mitad del año pasado, muchos predecían que en 2015 habría un boom de consumo.
Pero los consumidores, en particular los norteamericanos, se están comportando de manera más austera de lo anticipado, por lo que los beneficios del menor gasto en petróleo que superaron los u$s 200.000 millones para Estados Unidos, la eurozona, Reino Unido y Japón, según Capital Economics hasta ahora no se vieron.
Este rompecabezas proyecta una sombra sobre la solidez de la recuperación global, que iba rumbo a un débil comienzo en el primer trimestre del año.
Sin embargo, los analistas siguen creyendo que los mercados laborales continuarán fortaleciéndose y que los consumidores sentirán más confianza para gastar el dinero que ahorran con la nafta barata.
Después de repuntar a fines de 2014, las ventas minoristas en las economías más ricas del mundo disminuyeron en los últimos tres meses de este año. En Estados Unidos, tras un débil primer trimestre, se mantuvieron prácticamente sin cambios en u$s 438.800 millones en abril, superando las expectativas de los analistas.
El panorama es igualmente pesimista para el mundo en desarrollo, incluyendo muchos importadores de petróleo que deberían haberse beneficiado de la caída en los precios de la energía.
"En los mercados emergentes fue donde la respuesta fue más débil en comparación con lo que pensábamos", aseguró Gabriel Sterne, director de investigaciones macro global en Oxford Economics. "La India es un ejemplo de manual de cómo las cosas deberían haber sido, pero otros países fueron excepciones a la regla."
Algunos economistas creen que la respuesta de los gobiernos y bancos centrales al derrumbe de los precios del petróleo ayuda a explicar los datos sorprendemente débiles.
En las economías avanzadas, la mayoría de las autoridades monetarias prefirió no ablandar su política en respuesta a la baja de la inflación provocada por el menor costo del crudo. "En anteriores oportunidades, la Fed y otros bancos centrales recortaron las tasas, y eso tuvo un efecto positivo adicional", señaló Stephen King, economista global jefe en HSBC. "Pero con tasas ya cercanas a cero y sin estímulo adicional, el impacto de la caída los precios del crudo en el gasto fue más tenue".
Donde sí respondieron las autoridades monetarias por ejemplo en la eurozona con el Banco Central Europeo lanzando un programa de flexibilización cuantitativa por u$s 1,1 billón los consumidores recibieron una doble bendición. La economía en la unión monetaria creció 0,4% en el primer trimestre de 2015, porque la demanda local se mostró inusualmente fuerte.
Mientras tanto, en varios mercados emergentes como Indonesia los gobiernos aprovecharon para reducir subsidios a la energía, por lo que los consumidores no sintieron los precios del petróleo más bajos. En China también, los controles de precios hicieron que los consumidores recibieran sólo la mitad del potencial beneficio, según Oxford Economics.
Un factor que golpeó el repunte del consumo en el mundo rico fue la incertidumbre sobre la solidez de la recuperación combinada con los altos niveles de deuda. Los analistas creen que esto podría ayudar a explicar porqué los consumidores optaron por guardar una parte significativa de los ahorros en vez de gastarlos.
En EE.UU., durante la mayor parte del último trimestre, la tasa de ahorro de los norteamericanos subió 0,9 punto porcentual, una suba inusualmente elevada. Los hogares restringieron sus gastos debido al débil crecimiento de los salarios, unido al temor de que los precios de la energía vuelvan a subir.
A medida que se fortalecen los mercados laborales de las economías avanzadas con un desempleo que sigue disminuyendo y salarios que empiezan a subir los economistas siguen confiando en que el gasto se reanudará a fines de este año.
Los analistas mencionan estudios sobre la confianza de los consumidores que son optimistas en general. "Por ahora, los consumidores parecen estar diciendo una cosa y Michael Pearce, economista de Capital Economics. "Sin embargo, todavía esperamos que el incremento de los ingresos reales se manifieste en un mayor gasto".
Sin embargo, este optimismo no se extiende al mundo en desarrollo. "Durante tiempo se creyó que la caída en los precios del crudo era el resultado de un recorte exógeno de la oferta de Arabia Saudita," aseguró King. "Quizás sea la consecuencia de una persistente desaceleración [de la demanda] en los mercados emergentes", concluyó.











