
Los grupos de petróleo y gas más grandes del mundo perdieron más de mil millones de barriles de reservas en 2014, la mayor caída en al menos seis años, según cifras que muestran que el resultado de sus exploraciones empeoró porque disminuyen los grandes descubrimientos.
Los últimos informes anuales de las grandes compañías energéticas, las llamadas Cinco Grandes BP, Chevron, ExxonMobil, Royal Dutch Shell y Total muestran que sus reservas probadas se redujeron a 78.600 millones de barriles equivalentes de petróleo (BEP) el año pasado, comparado con un poco más de 80.000 millones de BEP el año anterior. Se trata del mayor descenso desde al menos el año 2008.
Esta caída se debe a una disminución sustancial en el número de barriles agregados a las reservas como resultado de los recientes descubrimientos y ampliaciones de los campos de petróleo y gas existentes, según el análisis de datos elaborado por Morgan Stanley. Esa cifra se redujo 24% el año pasado a 2.300 millones de BEP y casi se ha reducido a la mitad de los 4.400 millones de BEP en 2011.
Aunque estas cifras pueden ser volátiles, y dependen en parte de la cantidad de barriles que las compañías deciden registrar como reservas "probadas", el menor rendimiento de la exploración si se mantiene generará dudas sobre la capacidad de las compañías para crecer a largo plazo sin hacer adquisiciones.
Las reservas son activos rentables que las compañías de petróleo y gas deben seguir agregando para mantener la producción en el futuro. Están obligadas a publicar datos sobre las reservas probadas, que son las que tienen la intención de desarrollar, pero no sobre las reservas probables.
Martijn Rats, analista de Morgan Stanley, dice que el año pasado fue "bastante decepcionante" en cuanto a descubrimientos realizados mediante perforación exploratoria. Los grandes hallazgos, como el campo Johan Sverdrup de Statoil en el Mar del Norte noruego en 2010, son cada vez más escasos.
Los informes anuales coinciden con las cifras de IHS, la compañía de investigación, que muestran que el año pasado los descubrimientos de nuevas reservas de petróleo y gas disminuyeron a su nivel más bajo en al menos dos décadas.
El índice de reposición de reservas de las cinco compañías, una medida de cuánto petróleo y gas se agrega a las reservas en relación con la producción, fue de 84% el año pasado, el nivel más bajo desde 2010.
Es cierto que esta relación se vio afectada a la baja por las fuertes caídas anuales que sufrieron Shell y BP. Sin embargo, sólo Chevron informó de un aumento interanual de las ampliaciones y descubrimientos.
Si bien el auge de la producción del shale estadounidense elevó la producción total estadounidense y ha contribuido a la caída del 50% en los precios del crudo desde el verano boreal pasado, los productores que encabezan ese repunte de la producción han sido los operadores más pequeños.
Al mismo tiempo, las grandes petroleras, presionadas por los inversores para que mejoren los rendimientos tras años de creciente inflación de costos, han frenado el gasto de capital. Wood Mackenzie, la consultoría de energía, predice que los presupuestos de exploración de todo el sector se reducirán un 30% este año después de la caída del precio del crudo.
Una disminución de las reservas podría no ser contraproducente si la calidad de esas reservas está mejorando. En efecto, si se analiza más detenidamente, la perspectiva general es más complicada que lo que sugieren los cambios interanuales. Aunque las reservas probadas de las Cinco Grandes se contrajeron el año pasado, la vida útil de esos activos ha ido en aumento, de 12,6 años en 2010 a 14,1 años en 2014.
A menos que las grandes compañías reviertan la disminución de los descubrimientos, lo cual parece poco probable, tendrán que encontrar otras maneras de aportar a las reservas.











