
El presidente de la Comisión Europea pidió a Roma que tome mayores medidas para impulsar el crecimiento de la anémica economía italiana dado que la desaceleración aumenta el riesgo de que el gobierno no pueda cumplir con los límites al gasto que acordó con Bruselas.
Jean-Claude Juncker dijo durante una visita a Giuseppe Conte, el primer ministro de Italia, que la meta de déficit presupuestario acordado entre el gobierno de coalición y la comisión el año pasado se basaba en pronósticos de crecimiento económico que ahora parecen optimistas.
"Me preocupa levemente que la economía italiana siga cayendo y espero que las autoridades italianas hagan esfuerzos adicionales para mantener viva la expansión económica", dijo Juncker mencionando que existe un "gran amor" entre la UE y el gobierno italiano.
Conte dijo que su gobierno no planea cambiar su programa económico pero aseguró que habrá medidas para estimular el crecimiento. "El marco no cambiará comparado con el escenario acordado con la comisión en diciembre pasado", aseguró.
Roma debe presentar la actualización de sus pronósticos en cuanto a la economía y las finanzas públicas el 10 de abril. Un número creciente de observadores creen que ese día la coalición tendrá que reconocer que el crecimiento es peor al esperado.
Giovanni Tria, ministro de Economía, ya advirtió que el reciente deterioro de la economía de la UE implica que habrá menos dinero para gasto público.
Esas restricciones podrían generar nuevas tensiones entre el Movimiento Cinco Estrellas anti-establishment y League, el partido anti inmigración, mientras los socios de la coalición se enfrentan como candidatos en las elecciones de UE que se llevarán a cabo en mayo.
Los rendimientos de los bonos del gobierno italiano subieron el año pasado porque los mercados financieros temían que los partidos de la coalición chocaran con Bruselas por el fuerte aumento del gasto estatal que planeaban aplicar. El plan que permite que el déficit presupuestario se amplíe a 2,4% en 2019 inicialmente fue considerado un incumplimiento "sin precedentes" de las normas sobre el gasto de la UE por parte de Bruselas.
Posteriormente Roma se comprometió con la comisión a que el déficit presupuestario de este año será de 2%. Eso se calculó en base que se pronosticaba que la economía crecería 1%, algo que ahora pocos consideran posible.
En su análisis sobre la economía italiana publicado esta semana, la OCDE dijo que no creía que las políticas expansivas aplicadas por el gobierno de coalición ayuden a impulsar el crecimiento, y que el déficit presupuestario de Italia aumentará a 2,5% del PBI este año.
Dijo que la recuperación de Italia desde 2015 está perdiendo ritmo y que se calcula que el PBI se contraerá 0,2% este año. Los datos esta semana demuestran que la actividad industrial italiana se contrajo por sexto mes consecutivo.
Jack Allen de Capital Economics pronosticó una contracción del PBI de 0,5% para este año, cifra significativamente peor a las estimaciones oficiales.











