
La ventana para resolver la crisis de deuda soberana que golpea a la eurozona se está cerrando más rápido de lo previsto por las autoridades.
Las alternativas para Grecia y el futuro del euro que antes eran consideradas temas a resolver en el largo plazo, ahora deben decidirse en semanas.
Los gobiernos de la eurozona, muchos de los cuales enfrentan un creciente descontento del pueblo, ahora se ven obligados a abordar tres discusiones si es que quieren responder con más energía ante la crisis. Se están preparando propuestas antes inconcebibles para debatir a nivel ministerial.
Los altos funcionarios europeos esperan que para octubre cuando se lleve a cabo la cumbre de líderes de la UE haber podido introducir nuevos poderes para el fondo de rescate de 440.000 millones de euros; acordado ampliar el poder de disparo del fondo; y presentado planes para una mayor integración económica. Pero las autoridades que fijan políticas todavía tienen que resolver incontables desacuerdos que podrían condenar el proceso
n Fondo de rescate con facultades adicionales
La tarea más inmediata que enfrentan los líderes europeos es conseguir que los 17 parlamentos de la eurozona aprueben cambios en la facilidad europea de estabilidad financiera (FEEF), el fondo de rescate del bloque.
Antes eran rechazados por Alemania y Holanda, entre otros, pero ahora son considerados vitales para tratar lo que más amenaza la supervivencia de la eurozona: un derrumbe del sistema bancario, que quizás comience en Francia, y una corrida en los bonos de Italia y España. Con los cambios implementados, el fondo podría inyectar capital en los bancos y comprar bonos de gobiernos en problemas en el mercado abierto, lo que bajaría el costo del endeudamiento.
n Mayor poder para el fondo de rescate
Para que el FEEF sea eficiente en sus nuevas obligaciones, los líderes de la eurozona finalmente reconocieron que el tamaño del fondo ya no es suficientemente para enfrentar sus nuevas tareas. Los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia redujeron las garantías utilizables del FEEF a cerca de 250.000 millones de euros. Muchos países aportantes ahora no pueden incrementar sus compromisos por razones políticas o porque pondrían en riesgo sus propias notas crediticias.
Los líderes están debatiendo al menos cinco propuestas sobre cómo hacer para que el dinero del FEEF rinda más, mayormente apalancando el efectivo que queda.
n Mayor integración econó-
mica
Los líderes de la eurozona comenzarán a debatir reformas más abarcativas para establecer una autoridad de la UE más centralizada que rija las economías nacionales.
Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, dará un pantallazo general de las propuestas en la cumbre de octubre, incluyendo ideas para un ministro de Finanzas de la UE y bonos nuevos respaldados colectivamente por los 17 países de la eurozona.
En cambio, gran parte del reciente debate se centró en la necesidad de una nueva ronda de modificaciones al tratado para implementar las reformas. La opinión está muy dividida; en varios países se teme que ese debate pueda conducir a enfrentamientos dentro de cada estado miembro y que eso desestabilice la Unión.
Algunos funcionarios aseguran que la eurozona ya tiene autoridad para hacer grandes cambios conforme al tratado de Lisboa que acaba de implementarse. Pero los abogados de la Comisión Europea dudan.
Si bien se espera que en el debate estén incluidos los eurobonos, varios funcionarios notaron que cualquier movimiento para hacer un pool de riesgo dependería implícitamente de la sólida economía germana y su calificación crediticia. A cambio, Berlín recibiría autoridad para impulsar nuevas normas que impidan a los estados miembro debilitar su moneda.











