
Muy complicado. Así ve el futuro un puñado de compañías alemanas, pese a que la ofician de estadísticas del país publicó datos que muestran que la economía creció más de lo previsto en el segundo trimestre.
Desde operadores de puertos hasta grupos de ingeniería y fabricantes, las preocupaciones de las empresas que anunciaron resultados ayer sugieren que la economía más grande de Europa podría estar por sucumbir a la crisis de deuda de la eurozona, después de haber mostrado durante meses una sorprendente resistencia.
El ciclo de negocios en Alemania está en un momento crítico, aseguró Allianz, la aseguradora. El motor de crecimiento está fallando... la inseguridad que genera la crisis de deuda de la eurozona está dejando más y más rastros en la economía alemana.
El país germano había aventajado a las otras grandes economías de la UE: mantuvo el desempleo en niveles bajos y una buena posición fiscal, lo que impulsó el consumo de los alemanes y permitió que el sector corporativo viviera a la altura de su reputación de gran exportador mundial.
Cuando ayer la oficina de estadísticas publicó datos preliminares que muestran que el PBI creció 0,3% en el segundo trimestre, menos que el anterior período, explicó que se debía a que el crecimiento del consumo y de las exportaciones había superado el incremento de las importaciones.
Sin embargo, una mayor cantidad de compañías dudan que sus listas de pedidos de fabricación o servicios se mantengan en niveles sólidos. Creen que los consumidores podrían empezar a demorar sus decisiones de gasto a medida que la crisis avanza sin una solución a la vista. La inversión en maquinarias y equipos cayó en el segundo trimestre, asegura la oficina de estadísticas de Alemania.
Roland Koch, un ex premier del estado alemán Hesse y que ahora conduce la compañía de servicios para la construcción Bilfinger Berger, señaló este mes que el clima en el mercado estaba mostrando cada vez más nerviosismo. La reticencia de los consumidores es evidente, por ejemplo, cuando piden plazos de pago más largos cuando contratan servicios de mantenimiento o reparación.
Se teme a que Alemania importe los problemas económicos debido a la menor demanda proveniente de los mercados internacionales. HHLA, que maneja dos terceras partes de los contenedores de Hamburgo, uno de los puertos con mayor tráfico de Europa, dijo que sus terminales tuvieron menos movimiento en el trimestre pasado y que probablemente este año siga esa tendencia.
Las exportaciones desde Alemania todavía deberían verse impulsadas por la relativa caída del euro, lo que permite que los productos sean más competitivos para muchos compradores internacionales.











