
Desde operadores franceses de derivados financieros y asesores italianos en fusiones y adquisiciones hasta programadores de Europa oriental. La capacidad de trasladar profesionales comunitarios de la Unión Europea desde y hacia la industria de servicios financieros británica ayudó a que Londres se convierta en el centro financiero cosmopolita que es hoy. Ahora eso está en riesgo.
"La capacidad de contar en el Reino Unido con diversas combinaciones de habilidades es, para nosotros, más importante que tener acceso al mercado único", señaló David Sproul, presidente y socio senior del grupo de servicios profesionales Deloitte.
Mientras la primera ministra Theresa May y su equipo discuten los términos del Brexit una votación que en parte se debió a las preocupación por la inmigración, la industria británica de servicios financieros pelea por salvar el futuro de su fuerza laboral internacional. Va más allá de los principales segmentos del ámbito bancario, de la gestión de activos y los seguros y se extiende a los servicios profesionales vinculados al derecho y a la contabilidad, y a área más nuevas como las tecnologías aplicadas al la industria financiera. El ecosistema financiero de Londres depende de las empresas capaces de acceder al personal y a los conocimientos que necesitan, cuando lo necesitan.
Pese a las promesas ministeriales de un acuerdo "generoso" para los ciudadanos de la UE que viven y trabajan en Gran Bretaña, su destino sigue siendo incierto. May no alivió los temores de la City cuando el domingo dijo en la conferencia del Partido Conservador que no se compromete con la libertad de movimiento.
Los ciudadanos comunitarios que hace al menos cinco años que están en el Reino Unido pueden obtener la residencia permanente, pero el gobierno no aclaró qué pasará con quienes llegaron al país hace menos tiempo. Tampoco se sabe cuál será la fecha límite para la libertad de movimiento: el Ministerio del Interior sugirió que podía ser el día del referéndum, el día que se dispare el Artículo 50 o la fecha del mismo Brexit.
Los empleadores de la City sostienen que el foco inmediato debe estar puesto en asegurar el futuro de los ciudadanos comunitarios que ya están allí.
Casi 11% de los 360.000 empleados de la City proviene de otros países de la UE, según el último censo. La proporción es mayor en los bancos internacionales, y en la industria tecnológica uno de cada cinco son de la UE, según Tech London Advocate, una asociación del sector.
Si bien May se opone al sistema de puntos al estilo australiano que habían promocionado quienes estaban a favor del Brexit, la alternativa más probable es un sistema de permisos de trabajo asignados por sector. Ella está analizando otras opciones que podrían incluir "frenos de emergencia" a los migrantes de la UE y libre movimiento de empleados.
"Lo más importante es tener una filosofía abierta que dé la bienvenida a los trabajadores capacitados", dijo Sproul. "Va más allá de sólo Europa. Deberíamos tener un campo de juego parejo para los diversos conocimientos provenientes del extranjero y tener el mismo sistema tanto para afuera de la UE como para adentro de la UE. Esa gente trae diversidad en su sentido más verdadero y eso es lo que impulsa la innovación".
Los altos ejecutivos del sector financiero quieren un enfoque inmigratorio basado en los conocimientos y no en números, una distinción entre la mano de obra calificada y no calificada, y que la libertad de movimiento signifique libertad para trabajar y no libertad para reclamar beneficios. Eso coincide con las sugerencias después de la cumbre del G20 de que May está considerando restringir la libertad de movimiento para los ciudadanos de la UE que tengan una oferta de trabajo firme.
La batalla de la City por seguir atrayendo y retener mano de obra calificada se produce en un momento en que el Reino Unido sufre una mayor brecha de conocimientos, que es aún más pronunciada en ingeniería técnica, tecnología específica y roles profesionales en el área financiera, según la firma de selección de personal Hays.
"El talento no existe en Gran Bretaña en lo se refiere a puestos laborales de más alta calificación", aseguró John McFarlane, presidente de Barclays y del grupo de lobby TheCityUK.










