
Mientras la decisión del presidente Donald Trump de reanudar las sanciones contra Irán deriva en un aumento de los precios del petróleo, quizás los consumidores y la administración esperen que los productores norteamericanos podrían salir al rescate con más producción.
Pero las limitaciones logísticas, en particular la insuficiente capacidad de los ductos que existe en el corazón del boom del shale estadounidense en el oeste de Texas, condicionan la rapidez con la que las empresas norteamericanas podrán reemplazar la caída de las exportaciones de crudo en el mercado global de petróleo.
Las dificultades que experimenta el país del shale ayudan a explicar por qué Estados Unidos se comunicó con grandes productores de petróleo del extranjero sobre las maneras de elevar la oferta y compensar cualquier impacto que cause su salida del acuerdo nuclear con Irán. Las conversaciones fueron reveladas por Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, horas después del anuncio de Trump del martes.
El petróleo producido en la Cuenca Pérmica de Texas y Nuevo México, el centro del boom del shale, queda atrapado sin ninguna salida fácil hacia una refinería o terminal de exportaciones.
El ritmo frenético de las perforaciones y los aumentos de productividad elevaron 60% la producción proveniente de la Cuenca Pérmica en los últimos dos años, a 3,2 millones de barriles diarios. El problema es que la velocidad del auge es tal que la región no tiene la capacidad de mantener el ritmo en lo que respecta a los trabajadores, los equipos y los ductos.
"Hay un inmenso problema de capacidad", dijo John Zanner de RBN Energy, la firma de investigaciones.
La economía favorable para los productores de shale, gracias a los precios más altos y menores costos, implica que la producción petrolera está aumentando con rapidez, y se espera que en promedio se agreguen 1,4 millón de barriles diarios en 2018, comparado con 2017.
Y en la recuperación de la industria petrolera norteamericana desde 2016, la Cuenca Pérmica es la que más elevó su actividad ya que triplicó la cantidad de torres de perforación activas en los últimos dos años.
Pero la mayor producción tendrá que esperar a que se construyan nuevos ductos que recién estarán en funcionamiento a fines del año próximo. La inadecuada capacidad de transporte en la región se ve reflejada en el creciente descuento que sufre el petróleo de Midland, en Texas occidental, comparado con el crudo de referencia en Estados Unidos. Ese descuento llegó a ser de u$s 13 el barril esta semana, lo que significa que mientras el WTI más fácil de comercializar se estaba vendiendo a cerca de u$s 70 el barril, el crudo de Midland estaba a sólo u$s 57 el barril.
La oferta creció porque los recortes de costos y el aumento de la productividad bajaron los precios del crudo de manera tal que los pozos Pérmicos sean rentables. Además, las técnicas de producción también están mejorando.










