Una serie de colapsos en el mercado de bonos corporativos de Brasil ha elevado los costos de endeudamiento en dólares en la mayor economía de América Latina, generando paralelismos con la inquietud en el crédito estadounidense tras la quiebra del grupo de autopartes First Brands.

Los bonos emitidos por la empresa de gestión de residuos Ambipar, el gigante petroquímico Braskem y el productor de biocombustibles Raízense han desplomado en el último mes, enfriando el ánimo del mercado de crédito corporativo brasileño.

Si bien los inversores sostienen que los tres casos responden a problemas específicos de cada compañía, la velocidad y el momento de las ventas reflejan el nerviosismo en los mercados globales de crédito después de los fracasos de First Brands y del prestamista subprime de autos Tricolor.

El contexto estadounidense recordó a los inversores que "los accidentes pueden ocurrir en cualquier parte del mercado crediticio", dijo Jeff Grills, jefe de deuda de mercados cruzados y emergentes de Aegon Asset Management.

Sin embargo, "estas siguen siendo situaciones idiosincráticas; Ambipar es la peor... No creo que haya un problema sistémico en el mercado corporativo brasileño, a menos que haya una desaceleración del crecimiento", agregó.

Los bonos de Ambipar con vencimiento en 2031 se desplomaron este mes a unos 13 centavos por dólar, mientras la compañía buscaba protección frente a sus acreedores. El lunes, Ambipar y su filial que cotiza en EE.UU., Ambipar Response, se declararon en bancarrota en Brasil y Estados Unidos.

El derrumbe se extendió a los bonos de Braskem con vencimiento en 2041, que cayeron por debajo de 40 centavos por dólar, y la semana pasada la deuda de Raízen a 2035 bajó hasta 75 centavos. Todas las empresas declinaron hacer comentarios.

Los prestatarios corporativos de países en desarrollo siguen beneficiándose del auge de los activos de mercados emergentes este año. El rendimiento de un índice de JPMorgan sobre deuda corporativa emergente en dólares ha caído a alrededor del 6%, unos 2 puntos porcentuales por encima de los bonos del Tesoro estadounidense, el diferencial más bajo desde 2007.

Pero este mes, la porción brasileña del índice se amplió a un diferencial de 3,4 puntos porcentuales desde los 2,8 puntos de hace un mes, pese a la confianza de los inversores en que las empresas resistían las altas tasas locales y los aranceles de EE.UU.

La semana pasada la deuda a 2035 del productor de biocombustibles Raízen bajó hasta 75 centavos. Foto: Archivo.
La semana pasada la deuda a 2035 del productor de biocombustibles Raízen bajó hasta 75 centavos. Foto: Archivo.

"Esto demuestra que un diferencial genérico [de crédito] no sustituye al análisis del riesgo de cada empresa", dijo Eric Fine, gestor de deuda de mercados emergentes en VanEck. Agregó que, dado que los mercados brasileños tienen menos liquidez y los bonos son más difíciles de negociar que en EE.UU., "la gente dispara primero y pregunta después".

La caída de Ambipar ha sido especialmente espectacular para un grupo que había adquirido empresas de residuos y limpieza de materiales peligrosos en todo el mundo, culminando con una cotización en EE.UU. en 2023 y una emisión internacional de bonos seguida de un vertiginoso rally accionario el año pasado.

Tras subir a un máximo histórico de 26,85 reales (4,98 USD) a fines de 2024, que le daba una capitalización de 7.400 millones de dólares, las acciones brasileñas de Ambipar hoy valen menos de 0,60 reales cada una.

El auge del año pasado en las acciones de Ambipar fue "casi injustificable, dadas sus valoraciones y las de sus pares", señaló Marilia Fontes, cofundadora de la firma de investigación Nord Investimentos, quien calificó la estructura de capital de la empresa como "delicada".

Ambipar reportó 4.700 millones de reales en efectivo a fines de junio, pero los inversores se alarmaron por los fondos invertidos en un fideicomiso de cuentas por cobrar vinculado a la empresa y sus lazos con Banco Master, un prestamista en problemas.

"Los inversores temían que el efectivo estuviera atrapado con otra parte", dijo un tenedor de deuda de Ambipar y Braskem. "En América Latina la gente suele ser menos indulgente. El umbral de confianza es más alto y, porque es Brasil, la gente tiende a huir más rápido".

Braskem está en mejor posición, agregó este inversor, dado su peso en la economía brasileña y su participación parcial por Petrobras, la petrolera estatal.

El mayor productor petroquímico de América Latina enfrenta un exceso de oferta mundial y problemas sin resolver por un desastre ambiental urbano relacionado con la minería subterránea de sal en una ciudad costera.

Estos factores han puesto en duda su capacidad de manejar una deuda neta de 6.800 millones de dólares sin resolver antes su estructura de propiedad. Una participación controlante fue puesta en venta por Novonor (la ex Odebrecht) en un proceso que lleva años sin cerrarse.

Las preocupaciones sobre Braskem hicieron que sus bonos cayeran "de los 90 a los 60" centavos por dólar durante los 12 meses hasta septiembre, explicó Grills.

En el último mes, sin embargo, la ansiedad por Ambipar, junto con señales de que el declive petroquímico podría prolongarse y la contratación de asesores, hundió los precios hasta los 30 centavos. "La gente temía recortes, reestructuración y conversión en acciones", añadió.

Raízen, una empresa cotizada fruto de la asociación entre Shell y el conglomerado energético y logístico brasileño Cosan, ha tenido dificultades financieras tras una costosa expansión. Ha vendido activos para reducir su apalancamiento y reiteró recientemente al mercado que no planea reestructurar su deuda.

Vladimir Timerman, director ejecutivo y fundador del fondo activista paulista Esh Capital, dijo que la triple venta reflejaba la preocupación de los inversores por la incertidumbre jurídica en el país.

"La medida precautoria de Ambipar para protegerse de sus acreedores debería helar la sangre de cualquier acreedor en Brasil", señaló Timerman. "Por la información ya pública, había motivos de sobra para que el organismo regulador actuara y evitara la catástrofe que estamos presenciando hoy".