El máximo tribunal electoral de Brasil votó este viernes a favor de inhabilitar al expresidente Jair Bolsonaro para presentarse a cargos políticos hasta 2030, prácticamente terminando con las esperanzas de un rápido regreso político. La mayoría de los siete jueces del Superior Tribunal Electoral votaron a favor de condenar al excapitán del ejército, de 68 años, por abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación antes de las elecciones presidenciales del año pasado, que perdió por un estrecho margen frente a Luiz Inácio Lula da Silva. La condena de Bolsonaro allana el camino para el surgimiento de nuevos líderes en la derecha brasileña, que -a pesar del éxito en las elecciones parlamentarias del año pasado- ha sido poco brillante en la oposición. Los políticos de izquierda celebraron la decisión del tribunal como "histórica" y una victoria para el Estado de Derecho, mientras que los partidarios del líder de derecha trataron de poner una cara valiente al veredicto. Ciro Nogueira, senador que fue jefe de gabinete de Bolsonaro, dijo que "la esperanza estaba más viva que nunca". El juicio en el tribunal electoral se centró en si Bolsonaro había cometido abuso de poder político y mal uso de los medios de comunicación cuando recibió a embajadores extranjeros en julio del año pasado para airear dudas sobre la confiabilidad de las máquinas de votación electrónica del país. Los opositores dijeron que la reunión fue una estratagema para alimentar la desconfianza en la integridad de las elecciones que Bolsonaro acabó perdiendo. La reunión fue retransmitida en directo por televisión y en las redes sociales YouTube, Instagram y Facebook. Benedito Gonçalves, el juez que coordinó el caso, dijo que Bolsonaro había "pronunciado un monólogo engañoso sobre el voto electrónico y el sistema de justicia electoral... utilizando retazos de información falsa ya tan naturalizada en su retórica". El tribunal también tomó como prueba un borrador hallado en enero en el domicilio del ministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, en el que se esbozaban medidas para anular el resultado de las elecciones. El tribunal dijo que el documento mostraba una estrategia más amplia para poner en duda el sistema electoral. Bolsonaro había negado cualquier delito, alegando que la reunión con los embajadores tenía fines gubernamentales, no electorales. "No ataqué el sistema de votación. Sólo mostré sus posibles defectos", dijo Bolsonaro, que planea apelar el veredicto ante la corte suprema. La prohibición de ocho años, que se aplica retroactivamente desde la primera vuelta de las elecciones de octubre del año pasado, significa que Bolsonaro no podrá presentarse a ninguna votación -local, estatal o federal- hasta 2030. Sin embargo, se le permite seguir siendo políticamente activo y el expresidente dijo que quería permanecer "100%" comprometido. Bolsonaro sigue gozando de un amplio apoyo popular, sobre todo en los estados rurales del interior de Brasil y entre las comunidades agrícolas y cristianas evangélicas, que aplauden su mensaje de 'Dios, familia y patria'. Su Partido Liberal se ha fijado el objetivo de ganar más de 1000 de las 5000 alcaldías posibles en las elecciones locales del próximo año. "Bolsonaro logró algo increíble: creó un movimiento. Como político, decepcionó a la clase política, pero saben que aún puede dar energía a sus seguidores, dar discursos, encender a la base", dijo Mario Marconini, director general de Teneo en Brasil. En el próximo ciclo presidencial, muchos esperan que el manto de Bolsonaro pase a Tarcísio de Freitas, gobernador del estado de San Pablo, o a Romeu Zema, gobernador de Minas Gerais. De Freitas, exministro de Infraestructura de Bolsonaro, es visto como tecnócrata pero carente de tacto popular. Zema, antiguo empresario de éxito, es considerado un operador político más hábil, pero aún no goza de un amplio reconocimiento nacional. La esposa de Bolsonaro, Michelle, también ha sido sugerida como posible candidata, aunque el expresidente ha destacado su falta de experiencia política. A pesar de su potencia política, Bolsonaro se ha visto marginado del mainstream desde su derrota electoral en octubre y la posterior destrucción de las instituciones políticas del país por parte de sus militantes en enero. Se enfrenta a una investigación penal sobre si incitó a los agitadores. También está siendo investigado por la policía por la presunta falsificación de los registros de la vacuna Covid-19 y por posible corrupción tras recibir dos joyas que, al parecer, le regaló el gobierno saudí cuando era presidente.
Brasil: Bolsonaro fue inhabilitado para presentarse a cargos políticos hasta 2030Brasil: Bolsonaro fue inhabilitado para presentarse a cargos políticos hasta 2030