Los ejecutivos del Royal Bank of Scotland (RBS) y otros bancos europeos que reciben apoyo estatal tendrán que decirle adiós a los salarios de siete dígitos, según las nuevas normas de la UE que atan las remuneraciones de los altos cargos con los sueldos promedio.

El tope está incluido en las normas de Bruselas que rigen para la asistencia estatal a las entidades en quiebra. Entrará automáticamente en vigencia el mes próximo.

Los altos ejecutivos de bancos receptores de fondos estatales nuevos no podrán cobrar más de 15 veces el salario promedio nacional, o 10 veces el sueldo promedio de un empleado de la entidad. Los bonus también tendrán tope, no podrán superar el doble del salario fijo, replicando una medida que se aplicará a todas las instituciones financieras de la UE a partir del año próximo.

Stephen Hester, el saliente número uno de RBS cobró 1,2 millones de libras sólo en concepto de salario fijo, lo que equivale aproximadamente a 38 veces el sueldo promedio en Gran Bretaña y 35 veces el del personal del banco.

La Comisión Europea espera que los topes la protejan del riesgo moral y que aliente a los bancos rescatados a devolver enseguida el dinero de los contribuyentes. Las restricciones rigen hasta que el banco finalice el plan de reestructuración o devuelva la ayuda estatal.

El enfoque será un golpe para el sector financiero, en particular para los bancos de inversión, donde el salario de su personal podría verse reducido a una fracción de los actuales niveles.