
Arabia Saudita ha aprobado para 2012 un nuevo presupuesto que incluye un paquete de estímulo, después de haber aumentado el gasto 25% en 2011, como parte de los esfuerzos para reducir el potencial descontento social en la mayor economía de la región.
El reino saudita —impulsado por los ingresos récord que tuvo el gobierno en 2011— está dispuesto a gastar considerablemente más en 2012 que en el corriente año. Según los analistas, se esperan grandes incrementos en la inversión en salud, educación e infraestructura para el transporte.
El lunes pasado se informó que las autoridades sauditas estimaron el gasto del presupuesto 2012 en 690 mil millones de riyales (u$s 184.000 millones) pero los analistas han dicho que el gobierno habitualmente gasta, y recauda, más de lo que indica en el presupuesto, el cual suele estar basado en un estimado conservador del precio del petróleo.
El banco de inversión EFG-Hermes, de El Cairo, pronosticó un aumento de 11% en el gasto para 2012 sobre la inversión récord de este año, que llegó a 804 mil millones de riyales.
“Esperamos una fuerte concentración en el gasto del gobierno en las necesidades sociales, en educación y salud, y en mejorar la infraestructura, incluyendo viviendas”, dijo Monica Malik, jefa de economistas de EFG-Hermes. Esto “proveerá un fuerte estímulo al crecimiento”, agregó la experta.
En 2011, Arabia Saudita sobrepasó la asignación presupuestaria en 39%, aumentando el gasto real en cerca de 25%, por pagos extraordinarios que se hicieron en el primer trimestre para mantener contenida la intranquilidad social a través de un generoso paquete de bienestar social.
Riad tomó la decisión de pagarle un bono equivalente al salario de dos meses a los empleados del Estado, por un total de más de 40.000 millones de riyales. Además, aumentó el sueldo mínimo y contrató 60.000 empleados extra para el Ministerio del Interior.
El rey Abdullah bin Abdul Aziz y su gobierno pueden permitirse fácilmente estos desembolsos, ya que la tasa del Producto Bruto Interno real del país fue 6,8% en 2011, el mayor nivel desde 2003.
Un programa por valor de 250.000 millones de riyales para construir 50.000 viviendas quedó fuera del presupuesto y se financió, en cambio, por el superávit de 306.000 millones de riyales registrado en 2011. Este superávit se usará también para financiar otros proyectos, como la línea férrea entre las ciudades sagradas de Medina y La Meca.











