
Dos compañías israelíes vendieron tecnología de vigilancia masiva a Colombia, según un informe que generará preocupación por la exportación y proliferación de sistemas para espionaje a países con antecedentes por violación de derechos humanos.
El estudio de la ONG londinense Privacy International identifica al brazo israelí de Verint Systems, la compañía de seguridad y vigilancia que cotiza en el Nasdaq, como el proveedor de tecnología al país sudamericano, donde en los últimos años surgieron escándalos por espionaje ilegal a periodistas, activistas y funcionarios.
Privacy International también sostiene que Nice Systems, con sede en Raanana en Israel, está ayudando a armar un nuevo sistema que permitirá a la policía interceptar comunicaciones privadas.
El informe hará que se preste especial atención a las ventas de equipos de avanzada capaces de escuchar comunicaciones telefónicas y correo electrónico de ciudadanos comunes a países acusados de violar derechos humanos.
Los controles de las exportaciones en países que producen dichos equipos, incluyendo Israel, no están a la altura de verificaciones similares que rigen para la venta de armas convencionales. "Creo que claramente no hay suficiente supervisión o criterios de derechos humanos para evaluar el proceso en Israel", afirmó Edin Omanovic, investigador en Privacy International. "Es sólo otro ejemplo de tecnología y prácticas de vigilancia que supera ampliamente el marco legal y cualquier salvaguarda".
Las compañías israelíes el año pasado vendieron productos de seguridad informática por más de u$s 6.000 millones, superando por primera vez las exportaciones del país de equipos militares convencionales.
Si bien muchos eran productos comerciales como software anti piratería para bancos, las empresas israelíes también se encuentran entre los principales proveedores de tecnología de vigilancia que pueden usar la policía, las fuerzas de seguridad y otros actores del estado.
Las grandes unidades de inteligencia militar de Israel brindan al próspero sector enormes cantidades de "graduados" con habilidades para hacer espionaje.
En Colombia, hay evidencia de intercepción ilegal de comunicaciones en informes sobre desapariciones extrajudiciales y asesinatos, según Privacy International.











