Valentino, conocido por sus vestidos de fiesta y sofisticados trajes de novia, pasó a manos de un fondo de inversiones en 2007 como parte de una oferta de Permira apuntada a asumir el control de Hugo Boss, la casa de moda alemana que en aquel entonces estaba bajo control de Valentino. Había sido una operación por 2.600 millones de euros.

En los últimos cinco años, la casa con sede central en Milán tuvo que enfrentar no sólo los altibajos del mercado de lujo, sino que también el retiro de su fundador y figura principal Valentino Garavani.

A Permira le interesa demostrarle a sus inversores que puede vender sus activos, en un momento en que necesita recaudar 6.500 millones de euros para un fondo nuevo a cinco años. Actualmente gran parte del tradicional respaldo con el que contaban los fondos de private equity está abandonando esa clase de activo. A principios de esta semana, descartó la posible venta de su parte en Birds Eye Iglo, una compañía de alimentos congelados, después de que las ofertas cayeran por debajo de su valuación de 2.800 millones de euros.

Pero el dinero proveniente de la venta de Valentino no irá a los inversores. En cambio, el holding de Permira, que retiene su participación en Hugo Boss, usará el dinero para cancelar deuda.

La operación valúa a Valentino y Missoni juntos en un múltiplo de 32 veces sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, que el año pasado fueron de 22,4 millones de euros. Se trata de una valuación muy elevada si se la compara con ventas similares.

Otros fondos de private equity habrían estado interesados en Valentino, porque es una marca valiosa con gran potencial de crecimiento, pero el alto precio que se pagó ahuyentó toda competencia, explicó un asesor.

Un vocero del vehículo de inversión qatarí comentó que tiene intenciones de mantener el actual equipo de trabajo armado por Permira tras la partida de Garavani. Nuestra idea es respaldar al management para explotar todo el potencial de esta fascinante marca, dijo.

Estamos encantados con esta evolución, aseguró Stefano Sassi, director general de Valentino.