Más de 175.000 unidades del Programa Mi Casa, Mi Vida están listas pero no fueron entregadas a los beneficiarios debido a los atrasos en obras de infraestructura como el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) y en la instalación de redes de agua y cloacas.

Las familias tienen dificultades para obtener la documentación necesaria que les permita llegar a la firma del contrato y obtener la llave del inmueble. Desde 2009 hasta el pasado 15 de agosto, se contrataron 1,868 millones de casas y departamentos, lo que representa una inversión de R$ 138.052 millones.

De ese total, se construyeron 1,059 millones de viviendas, pero se entregaron efectivamente 883.540, según un balance de la Caixa Económica Federal, que toma en cuenta las dos etapas de Mi Casa, Mi Vida.

Las familias más perjudicadas resultaron las de renta más baja. De las 175.000 unidades finalizadas que no se entregaron, 90.765 o el equivalente a 51,57% estaban destinadas a quien gana hasta R$ 1.600 por mes.

Por ahora, 760.671 casas y departamentos para este público fueron contratadas en todo el país, de las cuales 312.153 están listas, pero se entregaron solo 221.388.

De acuerdo a las reglas del programa, el prestatario puede firma el contrato con Caixa, por ejemplo, recién cuando el emprendimiento cuenta con una infraestructura básica, como la instalación de agua y cloacas, además de la documentación regularizada.

"Una vez concluida la obra, se necesitan algunas adecuaciones antes de entregar los inmuebles", explicó el ministerio de Ciudades.

Como en algunos lugares se atrasó la conexión de agua y energía eléctrica y se demoró la liberación de los documentos, los bancos que actúan con el programa, básicamente la Caixa, no pueden liberar el financiamiento al prestatario.

Es decir, que las constructoras tienen listos los inmuebles, pero no pueden cerrarse las ventas. Actualmente, el plazo entre la conclusión de la casa y su entrega es de 60 días, período necesario para poner al día la documentación exigida.

El ministerio de Ciudades informó que en algunos casos, la demora en la entrega de los inmuebles, principalmente, para el público de renta más baja, se da porque el interesado no se encuadra en las reglas del programa. "Cuando eso ocurre, se selecciona a otra familia, y se hace todo el análisis financiero. Esa consulta demanda tiempo", informó la cartera.

Para ingresar al programa, la familia con renta de hasta R$ 1.600 precisa registrarse en el Estado o municipio donde vive. Cuando la demanda supera a la oferta, el gobierno local sortea los inmuebles.

El Programa Mi Casa, Mi Vida, que integra el PAC, es una de las apuestas del gobierno federal para estimular las inversiones y expandir el Producto Bruto Interno (PBI) en el país a corto plazo.

En la propuesta de presupuesto 2013, divulgada el pasado jueves por los ministros Guido Mantega (Economía) y Miriam Belchior (Planificación), se reservaron R$ 13.940 millones para la iniciativa, un tímido aumento (5,7%) en comparación con los valores previstos para este año (R$ 13.189 millones). En 2011, debido a la falta de reglamentación de la segunda etapa, el programa no creció, principalmente entre las familias de renta más baja.

Este año, el Ejecutivo anunció varias medidas para intentar acelerar el programa habitacional. Primero, amplió la ayuda financiera para las familias de menor renta. El compromiso de pago de cuotas mensuales, para quien gana hasta R$ 1.600, cayó entre 10% y 5%. Los pagos se realizarán durante diez años. De esa forma, la prestación mínima bajó de R$ 50 a R$ 25.

Para que las constructoras vuelvan a interesarse por Mi Casa, Mi Vida, los precios máximos de los inmuebles que se construyen con subsidios fueron reajustados. Los nuevos valores varía entre R$ 57.000 y R$ 76.000 , lo que representa un reajuste de entre 11,11% y 33,33%.