


Si bien los sistemas de pago digital se están convirtiendo en la norma, muchas personas siguen haciendo uso del dinero en efectivo. Ya sea para hacer una compra, dejar una propina o como un fondo de emergencia, por el momento no hay planes para que los billetes dejen de ser de uso legal.
Es por este motivo que los cajeros automáticos siguen siendo una parte importante del sistema financiero español.
De acuerdo a un informe del Banco de España, el número de cajeros automáticos en España ha experimentado una caída significativa: en solo un año -de 2023 a 2024- fueron retirados casi 8000 cajeros, lo que dejaría al país con aproximadamente 37.000 terminales operativas, una reducción que golpea especialmente a las zonas rurales y a los municipios pequeños, donde cada cierre implica mayores distancias y menos acceso al efectivo.
Sin embargo, muchas de esas máquinas expendedoras de dinero están por cambiar para siempre. Una nueva tecnología está permitiendo que las personas puedan hacer uso de ellas sin tener que utilizar su tarjeta de débito.

En los últimos años, especialmente después de la pandemia de COVID-19, una de las tecnologías que más ha avanzado es la relacionada con lo contactless (“sin contacto”, en inglés). En los medios de pago, especialmente, se ha visto un alza en alternativas que permitan hacer operaciones sin la intervención de un tercero.
Algunos de los cambios implementados en este último tiempo son los datáfonos de contacto, las billeteras de pago digitales y la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito a través del móvil. Esto último utiliza una tecnología llamada NFC (Near Field Communication, “comunicación de campo cercano”, en inglés).
Esta forma de comunicación inalámbrica está siendo utilizada en una nueva generación de cajeros automáticos, de manera que los usuarios no necesiten más que su teléfono para acceder al dinero en su cuenta bancaria.

La tecnología NFC permite la transferencia de datos entre dos dispositivos que se encuentren a corta distancia el uno del otro, generalmente no más de unos pocos centímetros. Basada en la radiofrecuencia (RFID), NFC opera en un espectro de 13.56 MHz y es popular en aplicaciones donde la proximidad física puede ser utilizada como una forma de autenticación.
Su ventaja principal frente a otras tecnologías inalámbricas, como Bluetooth o Wi-Fi, es su simplicidad y rapidez para establecer una conexión. Dado que no requiere emparejamiento o configuración extensa, los usuarios pueden simplemente acercar dos dispositivos compatibles para que se comuniquen entre sí.
Es esta facilidad de uso la que ha llevado a que la tecnología sea ampliamente adoptada en tarjetas de crédito, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos para realizar pagos sin contacto, compartir información y más.
Para poder utilizar esta nueva tecnología de cajeros automáticos se requiere un teléfono compatible y que el banco o tarjeta de crédito cuenten con su app correspondiente. Es importante aclarar que no todos los móviles cuentan con un lector NFC.
Para poder retirar dinero en un cajero automático NFC hay realizar los siguientes pasos: