Pensión por discapacidad: la lista completa de enfermedades por las que podrías acceder a la prestación
La Seguridad Social concede una pensión por incapacidad permanente a quienes no puedan desarrollar su trabajo.
Con el objetivo de proteger a las personas que enfrentan limitaciones graves en su capacidad para trabajar, la Seguridad Social ofrece la pensión por incapacidad. Es la condición que obtiene un trabajador tras sufrir una enfermedad o accidente, lo que resulta en un período de baja laboral.
El acceso a la pensión depende del grado de incapacidad que presente el trabajador, ya que la Seguridad Social clasifica la incapacidad en distintos niveles, cada uno con beneficios específicos. En ciertos casos, la incapacidad permanente da derecho a una pensión cuyo propósito es compensar la pérdida de ingresos que sufre el trabajador al ver reducida o anulada su capacidad para trabajar.
La Seguridad Social es responsable de evaluar cada solicitud y decidir qué casos cumplen con los requisitos para obtener la incapacidad permanente. No todas las situaciones de incapacidad son iguales, y cada caso se analiza de acuerdo con sus particularidades.
Enfermedades que pueden darte acceso a una incapacidad permanente
Aunque la concesión de una incapacidad permanente depende de la Seguridad Social, existen enfermedades que pueden justificar la obtención de este beneficio.
El retraso en la edad legal de jubilación es uno de los factores que más impactan en la salud de los ciudadanos. Tanto el estrés laboral como la edad avanzada pueden contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas, que podrían otorgarte una incapacidad permanente. ¿Cuáles son?
Estas enfermedades pueden darte acceso a una incapacidad permanente: |
Agorafobia |
Albinismo |
Alcoholismo |
Alzheimer |
Aniridia |
Apnea del Sueño |
Artritis Reumatoide |
Artrosis cervical |
Ataxia |
Cáncer |
Cardiopatía Isquémica |
Condromalacia Rotuliana |
Depresión |
Diabetes |
Distimia |
Distrofia de conos y bastones |
Enfermedad de Behçet |
Enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa |
Enfermedad de Huntington |
Enfermedades hepáticas |
Epilepsia |
EPOC |
Esclerosis Múltiple |
Escoliosis |
Espondilitis anquilosante |
Espondilosis degenerativa |
Esquizofrenia |
Estenosis foraminal |
Fibromialgia |
Fibrosis quística |
Hepatitis autoinmune |
Hernia discal |
Ictus |
Lesión medular |
Lumbalgia crónica |
Lupus |
Maculopatía |
Migraña |
Miopía Magna |
Narcolepsia |
Parkinson |
Postpolio |
Radiculopatía Lumbar |
Retinopatía diabética |
Retinosis pigmentaria |
Rizartrosis |
Síndrome de Ehlers-Danlos |
Síndrome de Goldmann-Favré |
Síndrome de Marfan |
Síndrome de Ménièr |
Síndrome de Raynaud |
Síndrome de Sjögren |
Síndrome de Südeck |
Síndrome de Tourette |
Síndrome del túnel carpiano |
Síndrome subacromial |
Siringomielia y Arnold Chiari |
Stargardt |
Trastorno Adaptativo Mixto |
Trastorno bipolar |
¿Cómo solicitar la pensión por discapacidad y dónde tramitarla?
Los interesados en solicitar una pensión por discapacidad, deberán presentarse en la dirección provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social o del Instituto Social de la Marina, con los siguientes documentos:
- El DNI o permiso de residencia.
- Documentos que reflejen la situación laboral en el momento de la solicitud.
- Fotocopia compulsada del Certificado de Discapacidad.
Para aquellos que residan en el extranjero, la solicitud se deberá realizar en la dirección provincial del INSS de la provincia donde acredite las últimas cotizaciones en España.
Hay que considerar que dentro de los requisitos para solicitar esta prestación hay un límite de ingresos anuales que dependerá de cómo esté compuesta la familia del solicitante y es necesario tener menos de 65 años.