Guerra de dividendos entre BBVA y Banco Sabadell, con la OPA hostil como fondo
Hoy la entidad vasca anunció el mayor dividendo de su historia, elevando el pago a cuenta un 81%, en relación a 2023.
Cabría pensar hasta qué punto le conviene al accionista del Sabadell o BBVA de que haya una definición definitiva de la OPA hostil que los vascos lanzaron sobre la entidad catalana.
Este planteamiento tiene su punto de partida en la carrera en la que están inmersos ambos bancos para seducir a los inversores sobre las bondades de una fusión o continuar el camino en solitario. Porque tanto la entidad presidida por Carlos Torres Vila, como la que tiene como máximo ejecutivo a Josep Oliú, interpretan la música que más gusta a los accionistas: pagos de dividendos tan generosos como nunca antes repartieron, mientras se espera la decisión del Gobierno.
Estos atractivos pagos de dividendos se apoyan además en la espectacular performance que los títulos de Banco Sabadell y BBVA están registrando en el mercado.
Ahí están los datos: desde primeros de año las acciones de BBVA suman ganancias del 23% (a poco más del cierre de la sesión de hoy, el papel está subiendo casi un 3%). Sin duda, hablamos de un incremento muy fuerte. Pero, si lo comparamos con el comportamiento de la acción de Banco Sabadell, la subida de los títulos de BBVA impresiona menos. En efecto, Oliu puede presumir que su entidad es la que más gana dentro del Ibex 35 en lo que va de año, con subidas del 79%.
Aunque, y como bien saben los futboleros, cuando un partido se rompe la velocidad con la que el balón pasa de una portería a otra no da espacio para respiros. Y eso es lo que está sucediendo en la puja que mantienen vascos y catalanes. Así, mientras Banco Sabadell saca pecho con la revalorización de sus títulos, BBVA lo hace con el pago de dividendos. Veamos la comparativa.
Banco Sabadell pagará la fidelidad de sus inversores con 8 céntimos en efectivo por acción el próximo 1 de octubre, a cuenta de los resultados 2024. El desembolso total de este dividendo supondrá para el banco un gasto de 429 millones de euros, cifra que explica un aumento del 33% en comparación con los dos dividendos en efectivo pagados con carga a los resultados del ejercicio 2023.
La entidad bancaria además tiene previsto remunerar a sus accionistas con un total de 2900 millones en los ejercicios 2024 y 2025, lo que equivale a 53 céntimos por acción.
Vale destacar que este primer dividendo de 8 céntimos por acción constituye el 15% del total previsto para el período, en el que se abonarán 45 céntimos por acción adicional.
Hoy le tocó sacar músculo financiero a BBVA. Y lo hizo con fuerza, redoblando la apuesta de su competidor. El banco anunció la remuneración que hará efectiva en octubre, "y que será el mayor dividendo a cuenta de su historia".
El turno de BBVA
El banco informó que los accionistas recibirán el próximo 10 de octubre un dividendo a cuenta de los resultados de 2024 de 29 céntimos de euro brutos por acción, un 81% más que un año antes. Enseguida, la entidad destacó que este es el dividendo a cuenta más alto de BBVA hasta la fecha.
De esta forma, BBVA repartirá en octubre cerca de 1700 millones de euros en efectivo entre sus accionistas. Tras este dividendo, desde 2021 el banco distribuyó cerca de 15.000 millones entre dividendos y recompras de acciones.
El banco recordó que la política de remuneración al accionista contempla un "payout" de entre el 40% y el 50% del beneficio. Es decir, del beneficio generado en un ejercicio, entre el 40% y el 50% se destina a la retribución al accionista, que puede combinar el pago de dividendos en efectivo con las recompras de acciones.
"La implementación de esta política se realiza a través de dos pagos (uno a cuenta, habitualmente en octubre, y uno complementario, habitualmente en abril)", detalló, y añadió que, de forma adicional a la ejecución de esta política, la entidad ejecutó recompras extraordinarias de acciones en los últimos años debido a su sólida posición de capital.
Como un guiño a los inversores de Banco Sabadell, BBVA subrayó su fuerte compromiso con la creación de valor para sus accionistas. "En este sentido, desde enero de 2019 hasta la actualidad, el retorno total al accionista de BBVA, que considera tanto la evolución de la acción como los dividendos pagados, creció en casi un 186%, es decir, casi se triplicó", afirmó, y reforzó su argumento sosteniendo que "esto compara muy positivamente con un 104% de incremento en el caso de los bancos europeos y de un 69% de incremento medio de los bancos españoles".
Lo cierto es que en total, BBVA repartió a sus accionistas 13.200 millones de euros entre dividendos y recompras de acciones. "Si a esto se suman los 1.700 millones de euros en efectivo que se repartirán con este dividendo a cuenta, la cifra rozaría los 15.000 millones de euros repartidos entre sus accionistas en el periodo", según el comunicado distribuido a la prensa.
Ya el pasado 5 de julio, en ocasión de la Junta General Extraordinaria donde sus accionistas aprobaron masivamente la ampliación de capital necesaria para llevar a cabo el canje de acciones con Banco Sabadell, con un 96% de votos a favor, el presidente de la entidad, Carlos Torres Vila, dio una pista de lo que vendría.
"Los accionistas de BBVA conseguirán elevados retornos de la inversión con un limitado consumo de capital, mientras que los accionistas de Banco Sabadell obtendrán una prima muy atractiva (50% de los precios medios ponderados de los tres meses anteriores al 29 de abril, fecha previa al anuncio de la oferta), un beneficio por acción (o BPA) un 27% superior al logrado en caso de que la entidad mantuviera su andadura en solitario y el 16% de participación en la entidad resultante de la fusión".
Además, siguió, "todos se beneficiarán de la política de remuneración al accionista de BBVA, que supone repartir entre el 40% y el 50% del beneficio, y del compromiso de la entidad de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%".
Así, mientras los contendientes van descubriendo sus cartas, en el centro del tapete queda una sin repartir, la que está en poder del Gobierno. Se sabe que es el AS, ¿pero a quién le tocará?