Baja el consumo en restaurantes y bares: un informe revela por qué se come menos afuera de casa
La consultora Kantar realizó un estudio que indica los motivos por el cual los españoles eligen cuidadosamente cuando comer afuera.
Los españoles se piensan cada vez más el salir a comer fuera de casa y esas comidas las hacen también de forma más planificada, ligadas a alguna ocasión especial para disfrutar en pareja, en familia o con amigos, pero les suponen un mayor coste debido en buena medida a la inflación.
Son las conclusiones que ha ofrecido la empresa de análisis de datos Kantar en relación al consumo fuera del hogar al cierre de 2023 y que se han expuesto con motivo del salón dedicado a la hostelería Hospitatility Innovation Planet 2024, que se celebra en Madrid.
Los datos muestran un descenso del 2 % en el número de actos de consumo fuera del hogar cuando hablamos del consumo nacional, aunque con un aumento generalizado en el coste por acto.
Un porcentaje de los consumidores ha decidido no comer fuera del hogar, sobre todo a finales de año, y sólo mantiene aquellas comidas relacionadas con el placer y el relax, especialmente las cenas o momentos como el fin de semana o el tardeo, que se consolidan como ocio diurno.
Sube el consumo por relacionado a lo laboral y baja el del ocio
Con estas tendencias conviven los momentos ligados al trabajo, como las comidas con compañeros de empresa o de negocios, que poco a poco, según el estudio de Kantar, se han ido recuperando sobre todo a final de año pasado.
La caída del consumo fuera del hogar ligado al deporte presenta un descenso del 19 % de los actos con respecto a 2022, y se concreta en un gasto un 31% inferior.
El momento de bajar al bar para ver fútbol ha perdido peso el pasado año, aunque tampoco representa un hábito muy extendido entre los españoles en el conjunto de actos fuera del hogar.
Los mayores tiran del consumo fuera del hogar
El incremento del coste de la vida ha hecho mella entre aquellos que más cargas financieras tienen como hipotecas o colegios.
Son los consumidores que están en la franja de los 35 a los 49 años, que pierden relevancia en este sentido y explican casi tres cuartas partes de la caída de los actos de consumo.
En cambio, la franja más mayor, la de personas de entre 60 y 75 años, es la que tira más del consumo fuera del hogar.
Fuente: EFE