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La alimentación y dieta que se sigue en España es admirada en todo el mundo. Muchos de los productos que se incorporan pueden presumir de ostentar el título de superalimentos, como el aceite de oliva, cuyo perfil nutricional destaca entre muchos otros.

Sin embargo, en la búsqueda de encontrar esos mismos beneficios, los productos exóticos están posicionándose como la opción más amplia.

Qué es la mashua negra

Nigro Giannina

La mashua negra, de nombre científico Tropaeolum tuberosum, es un tubérculo nativo de las tierras altas de la región andina, que abarca países como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.

Se destaca por su particular forma y color oscuro que, junto a su perfil nutricional, consigue que se conozca como "oro negro".

Ha sido cultivado desde la cultura preinca y actualmente crece en las montañas andinas, a unos 4000 metros sobre el nivel del mar. Hace siglos, la mashua negra aportaba grandes propiedades farmacéuticas y curativas al cuerpo humano.

Alrededor de la mashua existen alrededor de 100 tipos, cuya diferencia principal es el color. Mientras que la negra es una de las menos conocidas, también existe su versión en amarillo, naranja o marrón.

Las propiedades de la mashua negra

La mashua negra es conocida como el tubérculo que vale oro. Su principal compuesto es el agua, tiene aproximadamente un 20% de carbohidratos y un 15% de proteínas.

Según los expertos, la mashua también posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas que sirven para atenuar el dolor, especialmente el dolor muscular. Puede actuar como un remedio natural para restaurar el cuerpo y calmar las dolencias provocadas por malos movimientos, caídas o el simple paso de la edad.

Aporta entre 9.000 y 10.000 unidades de antioxidantes, que son capaces de mantener las células jóvenes, así como a reducir la inflamación en los riñones y prevenir ciertas enfermedades, al ser considerada especialmente anticancerígena.

Cómo comer mashua negra

Hay diferentes formas de comer mashua y podemos encontrarla en diferentes supermercados y tiendas especializadas. Se pueden comer crudas, tienen un sabor parecido al rábano picante, aunque más refinado y con un aroma intenso, pero también se puede cocinar de diferentes formas.

También se la puede cocinar en diferentes sopas, guisos o como acompañamiento de carnes, mezclada con verduras o junto a pescados.