Alimentación saludable

La semilla llena de fibra y nutrientes que ayuda a reducir los niveles de colesterol "malo" y refuerza el sistema inmunológico

Se trata de una variedad económica, saludable y llena de nutrientes beneficiosos para la salud. De cuál se trata y qué beneficios aporta.

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Mantener un estilo de vida saludable depende de los alimentos que elegimos. Una alimentación balanceada nos proporciona nutrientes esenciales y previene enfermedades. Optar por alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas fortalece nuestro sistema inmunológico y mejora nuestra energía.

¿Cuál es el alimento que refuerza el sistema inmunológico? 

Se trata de las semillas de girasol, o también conocidas como "pipas" son populares por su accesibilidad, destacan como una excelente fuente de nutrientes esenciales. Con cerca de 20 gramos de proteínas por cada 100 gramos, complementan su perfil nutricional con una rica variedad de minerales como calcio, potasio, magnesio, fósforo y otros.

¿Cuáles son las propiedades de la semilla de girasol?

¿Cuáles son las propiedades de la semilla de girasol? Fuente: Archivo.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), las semillas de girasol son una excelente fuente de nutrientes clave para la salud. 

Son ricas en ácidos grasos insaturados, como el ácido oleico y el ácido linoleico, que son beneficiosos para la salud cardiovascular. También son una buena fuente de proteínas vegetales, con aproximadamente 21 gramos por cada 100 gramos de semillas.

En términos de vitaminas, son especialmente destacables por su contenido en vitamina E, que proporciona alrededor de 35 miligramos por cada 100 gramos. Actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño oxidativo.

Además, las semillas de girasol son ricas en minerales como el selenio (aproximadamente 42 microgramos por cada 100 gramos), magnesio (aproximadamente 325 miligramos), zinc (aproximadamente 5 miligramos), y hierro (aproximadamente 5 miligramos). 

¿Cuáles son los beneficios de la semilla de girasol?

Ayuda a reducir los niveles de colesterol "malo"

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), las semillas de girasol son una excelente fuente de ácidos grasos insaturados, especialmente ácido oleico y ácido linoleico. Estos ácidos grasos son beneficiosos para la salud cardiovascular, ya que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL ("malo") y promueven la salud del corazón.

Refuerza el sistema inmunológico

Con su alto contenido de vitamina E, es un poderoso antioxidante que protege a las células del cuerpo del daño oxidativo causado por los radicales libres. También contienen minerales como el selenio, que refuerza el sistema inmunológico y contribuye a la función tiroidea normal. 

Ayudan a fortalecer la salud cardiovascular y regular el azúcar en sangre

La FEN recomienda consumir semillas de girasol como parte de una dieta equilibrada y variada, aprovechando sus beneficios nutricionales para la salud general y específicamente para la salud cardiovascular y la protección antioxidante.  La fibra y los nutrientes presentes en las semillas de girasol pueden contribuir a mantener niveles de azúcar en sangre estables.

Beneficios para la salud de la piel 

La vitamina E y otros antioxidantes presentes en las semillas de girasol pueden contribuir a mantener la salud de la piel y protegerla del daño causado por los radicales libres.

¿Como consumir la semilla de girasol?

¿Como consumir la semilla de girasol? Fuente: Archivo.

Las semillas de girasol pueden consumirse de varias formas:

  • Crudas y enteras: Se pueden comer directamente como aperitivo o agregar a ensaladas, yogur, cereales o postres.
  • Tostadas: Tostar las semillas resalta su sabor y se pueden usar en diversas recetas.
  • Trituradas o molidas: Son útiles para hacer salsas, dips, y para agregar textura y sabor a recetas horneadas como panes y galletas.
  • Aceite de semilla de girasol: Es una opción saludable para cocinar y condimentar ensaladas, rico en vitamina E.

Para maximizar los beneficios nutricionales de las semillas de girasol, según la FEN es recomendable consumirlas en su forma más natural (crudas o tostadas) y evitar aquellas que estén muy procesadas o con aditivos adicionales.

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