

Al preparar el equipaje de mano para un vuelo, es común encontrarse con la limitación de no poder llevar líquidos en envases superiores a 100 mililitros en la cabina del avión.
Esta medida, implementada en aeropuertos de todo el mundo, tiene como objetivo principal garantizar la seguridad durante los vuelos. Pero, ¿cuál es el origen de esta restricción y cómo afecta a los viajeros?
Motivos por los que no se pueden llevar líquidos en el avión
La restricción sobre el transporte de líquidos en la cabina de los aviones se implementó en 2006, tras la desarticulación de un complot terrorista en el Reino Unido.
En ese año, las autoridades británicas frustraron un plan que pretendía detonar explosivos líquidos a bordo de varios vuelos transatlánticos con destino a los Estados Unidos. Los terroristas planeaban introducir sustancias químicas explosivas en envases que pasarían desapercibidos en los controles de seguridad.

Este incidente llevó a las autoridades a establecer medidas estrictas para limitar la cantidad de líquidos que los pasajeros pueden llevar en su equipaje de mano, con el fin de prevenir amenazas similares en el futuro.
Normativa sobre líquidos en el equipaje de mano
Según las regulaciones actuales, los pasajeros pueden transportar líquidos, aerosoles y geles en su equipaje de mano, siempre que cumplan con las siguientes condiciones:
Envases individuales: cada líquido debe estar en un recipiente con una capacidad máxima de 100 mililitros.
Bolsa transparente: los envases deben colocarse en una bolsa de plástico transparente con cierre hermético, con una capacidad no superior a 1 litro (aproximadamente 20 x 20 cm).
Cantidad limitada: se permite una única bolsa por pasajero.
Estas medidas facilitan la inspección en los controles de seguridad y reducen el riesgo de que se introduzcan sustancias peligrosas en la cabina del avión.
Qué excepciones existen para llevar líquidos en la cabina del avión
Existen ciertas excepciones a la normativa de líquidos en el equipaje de mano:
Medicamentos y necesidades dietéticas: se permiten medicamentos líquidos, alimentos para bebés y productos dietéticos especiales en cantidades superiores a 100 mililitros, siempre que sean necesarios durante el viaje. Es recomendable llevar una receta médica o una justificación de la necesidad de estos productos.
Productos adquiridos en el aeropuerto: los líquidos comprados en las tiendas del aeropuerto, una vez pasado el control de seguridad, pueden llevarse a bordo. Estos deben estar empaquetados en bolsas de seguridad homologadas y precintadas, con el recibo de compra visible.
Es importante destacar que, aunque estas excepciones permiten llevar líquidos en cantidades mayores, todos los productos están sujetos a inspecciones adicionales por parte del personal de seguridad.

Consejos para pasar el control de seguridad con líquidos
Para los pasajeros, estas restricciones implican una planificación cuidadosa del equipaje de mano. Se recomienda:
Preparar con antelación: colocar los líquidos en la bolsa transparente antes de llegar al aeropuerto para agilizar el proceso de control.
Revisar las normativas específicas: aunque las regulaciones son generalmente uniformes, algunas aerolíneas o aeropuertos pueden tener reglas adicionales.
Considerar el equipaje facturado: para líquidos en cantidades mayores, es preferible colocarlos en el equipaje que se factura, siempre que no sean artículos prohibidos.
Estas medidas no solo cumplen con las normativas de seguridad, sino que también facilitan una experiencia más fluida en el aeropuerto.














