

Los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el yacimiento de Son Sunyer (Es Pil·larí, Palma) han permitido confirmar la existencia de un nuevo hipogeo -cámara funeraria excavada en la roca- que podría revelar más datos sobre los enterramientos de los pobladores de Mallorca en la Edad de Bronce.
El hallazgo de lo que es la novena cueva funeraria de la finca podría aportar más información para el conocimiento de las tradiciones de enterramiento, la construcción de estas estructuras y la población allí enterrada.
Lo han explicado este jueves el investigador Ramón y Cajal en el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) y responsable de las actuaciones, Pau Sureda, y el codirector de los trabajos en Son Sunyer e investigador en el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), Jordi Hernández.
El Incipit está desde mediados de octubre realizando actuaciones en los yacimientos mallorquines de Es Velar (Santanyí), así como en balmas de la zona de Lluc (Escorca) y Son Sunyer (Es Pil·larí, Palma).

Este jueves se han presentado los primeros resultados alcanzados tras tres semanas de trabajo de campo para profundizar en el conocimiento de la metalurgia primigenia insular y en los sistemas funerarios empleados durante la Edad del Bronce.
En relación al hallazgo de un nuevo hipogeo en Son Sunyer, Hernández ha explicado que, a partir de unos indicios en los trabajos del año pasado y tras unas prospecciones con un georadar se ha podido confirmar la existencia de esta cámara.
El hipogeo, aunque le falta la cubierta, conserva parte de las paredes y materiales laterales. Ahora, ha añadido, se está a la espera de confirmar si ha sido vaciado.
Según ha explicado, los hipogeos de Son Sunyer, al igual que los de toda la isla, sufrieron constantes expolios y, desde el siglo XVI, la propia roca donde fueron excavados se utilizó como cantera para la extracción de bloques de marés, lo que dejó parte de las estructuras subterráneas seccionadas y alteradas.
En el siglo XX fueron objeto de diferentes intervenciones que culminaron en la excavación de los depósitos arqueológicos remanentes de los expolios en 1961.
En la intervención, efectuada en noviembre de 2024, se retomaron las excavaciones en el yacimiento y se descubrió un nuevo hipogeo, SSU9, que hasta ahora había pasado inadvertido y que puede conservar parte de su depósito funerario.
Sureda ha expresado su confianza en que no haya sido alterado a lo largo de las canteras de los siglos XVI y XX. El investigador ha explicado que, además, el hallazgo de restos humanos permite reconstruir cómo era la vida de estos individuos de la prehistoria, cuál era su dieta o cuáles eran sus patologías, incluso sus relaciones genéticas. “Pequeñas informaciones nos permiten reconstruir toda la esfera social”, ha indicado.
Quedan dos proyectos de investigación por realizar
El equipo de investigación continuará desarrollando trabajo de campo esta semana, hasta el 14 de noviembre y se prevén próximas campañas arqueológicas en 2026 y 2027.
Las actuaciones se enmarcan en dos proyectos de investigación cuyo objetivo general compartido es alcanzar una mejor comprensión de las sociedades prehistóricas mediterráneas, con especial atención a los contextos insulares y a su tecnología metalúrgica.
Por una parte, el proyecto Prehistoria y metalurgia en las sociedades del Mediterráneo Occidental (Premetoc), financiado por la Xunta de Galicia a través de la Consellería de Educación, Ciencia, Universidades y Formación Profesional, se inició en 2025 y concluirá en 2028.
Tiene como objetivo profundizar sobre cuándo, cómo y por qué los metales han sido utilizados e intercambiados por las sociedades insulares del Mediterráneo Occidental, con actuaciones en Baleares, Córcega y Cerdeña.
Por otra parte, ‘MetMa-El coure metàl·lic a la Prehistòria de Mallorca. Mineria, tecnologia de producció i procedència a través d’un projecte arqueològic interdisciplinari’, con financiación del Consell Insular de Mallorca, se inició en 2024 y concluirá en 2027.
Tiene como objetivo profundizar sobre la metalurgia prehistórica de Mallorca, en particular sobre sus espacios de producción y la posible explotación de minerales locales locales de cobre. En este proyecto colaboran investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA-CSIC) y de ArqueoTramontana.
El equipo empezó el trabajo de campo en la zona de Lluc (Escorca) donde, en el marco del proyecto MetMa, el año pasado realizó prospecciones dirigidas, a partir de un conjunto de restos metalúrgicos descubiertos a principios del siglo XXI en las zonas más inaccesibles de la Serra de Tramuntana.
Según han indicado, estos indicios, que podrían corresponderse con las evidencias más antiguas de metalurgia en Mallorca, serían a la vez las únicas que evidencien un aprovechamiento de los recursos locales de cobre durante la Prehistoria.
Este año se están realizando sondeos arqueológicos puntuales en uno de los sitios documentados la campaña pasada, con el objetivo de dotar de contexto arqueológico la potencial primera metalurgia documentada en la isla.
Posteriormente, el equipo se ha desplazado al municipio de Santanyí para intervenir en uno de los yacimientos más representativos y a la vez desconocidos de la isla para el estudio de la metalurgia calcolítica en Es Velar. Allí, está indagando sobre si se conservan niveles inalterados del yacimiento, lo que permitirá conocer su naturaleza y cronología exacta de ocupación.
Por otra parte, a comienzos de noviembre el equipo acometió una nueva campaña arqueológica de excavación en la necrópolis de hipogeos de la Edad del Bronce de Son Sunyer, yacimiento que cuenta con ocho cuevas artificiales usadas para enterramientos y datadas entre el Bronce Medio y Final.
Con información de Europa Press














