Bienestar

Es la filosofía más antigua del mundo y sirve para vivir feliz en todo momento

Explora cómo la filosofía antigua aborda la búsqueda de la felicidad a través de la virtud, la razón y la armonía con la naturaleza.

En esta noticia

La filosofía antigua, con sus raíces en la Grecia clásica, es considerada una de las guías más tempranas y profundas para vivir una vida más feliz y realizada. Grandes pensadores como Platón, Aristipo de Cirene, Zenón de Citio, Epicuro de Samos, y muchos otros, abordaron la cuestión de la felicidad desde diversas perspectivas, buscando entender su naturaleza y cómo alcanzarla.

Platón, Aristóteles y los presocráticos: filosofías centrales

Platón sostenía que la felicidad se logra mediante la armonía entre la razón, la voluntad, y las emociones, alcanzando un equilibrio al contemplar las ideas eternas y la búsqueda de la verdad. Por otro lado, Aristipo de Cirene consideraba que la felicidad provenía del placer y la satisfacción inmediata de los deseos, viendo la felicidad no como un estado permanente, sino como una serie de experiencias momentáneas.

Platón sostenía que la felicidad se logra mediante la armonía entre la razón, la voluntad, y las emociones, alcanzando un equilibrio al contemplar las ideas eternas y la búsqueda de la verdad. (Imagen: archivo)

Aristóteles, discípulo de Platón, también enfatizaba la importancia de la virtud para la felicidad, pero ofrecía un enfoque más pragmático. Para él, la felicidad (o "eudaimonia") resultaba de vivir de acuerdo con la razón y en la búsqueda de la excelencia en todas las actividades. Aristóteles creía que la felicidad es el fin último de la existencia humana, y que se alcanza mediante la realización completa del potencial propio, viviendo una vida llena de actividades razonables y morales, ejerciendo las virtudes.

Los filósofos presocráticos de Mileto, como Tales, Anaximandro, y Anaxímenes, también contribuyeron significativamente al desarrollo de la filosofía y sus reflexiones sobre la naturaleza de la realidad, aunque sus enfoques eran más metafísicos y se centraban en la causa primordial de la existencia y la naturaleza del universo.

Los estoicos y su particular visión de la felicidad

Zenón de Citio, el fundador del estoicismo, creía que la felicidad se alcanza a través de la aceptación de los acontecimientos y la resignación ante lo inevitable, practicando la autodisciplina y eliminando las emociones perturbadoras. Epicuro, conocido por su enfoque en el placer tranquilo y la amistad, veía la felicidad como la eliminación del dolor y la ansiedad, alcanzando un estado de equilibrio y satisfacción a través de la eliminación de los miedos y deseos innecesarios.  

Entonces, la felicidad -siempre según los estoicos- era resultado de la virtud y la sabiduría, y se encontraba en el dominio de uno mismo, la resistencia al dolor y la indiferencia hacia los placeres y dolores externos. La serenidad y la paz interior se alcanzaban al comprender y aceptar que hay cosas que están fuera de nuestro control, centrándose en mejorar lo que sí está en nuestras manos.

La felicidad, según los estoicos, era resultado de la virtud y la sabiduría, y se encontraba en el dominio de uno mismo, la resistencia al dolor y la indiferencia hacia los placeres y dolores externos. (Imagen: DALL-E)

Estas enseñanzas antiguas ofrecen una rica fuente de sabiduría sobre cómo vivir una vida plena y equilibrada, subrayando la importancia de la virtud, la contemplación, y el equilibrio interior. Aunque los contextos y las interpretaciones de la felicidad varían, estos fundamentos filosóficos proporcionan perspectivas atemporales que siguen siendo relevantes para el viaje humano en busca de una vida feliz.

Temas relacionados
Más noticias de filosofía