El sencillo hábito que le devolverá hasta 7 años de juventud a tu cerebro después de los 40, según un estudio
Quienes ya tienen incorporada esta costumbre a sus rutinas diarias muestran diferencias muy significativas respecto a quienes no la tienen.
Especialistas de diferentes áreas recomiendan muchos hábitos para mejorar salud o para que las personas puedan tener una vida saludable y duradera a nivel físico y mental. Entre todas esas opciones hay una costumbre que, según un estudio, puede devolver hasta 7 años de juventud al cerebro.
Si bien es cierto que cada persona opta por diferentes herramientas para su día a día, este hábito es de lo más sencillo e implica todo tipo de beneficios. De hecho, se trata de una forma muy agradable de darle alivio al cuerpo y a la mente.
¿Cuál es el hábito que devuelve hasta 7 años de juventud al cerebro?
Hay muchas personas que suelen dormir la siesta y aunque para estas sea algo inherente a su rutina diaria, para un grupo considerable de gente resulta algo ajeno o imposible de incorporar por diferentes factores.
Un estudio, que estuvo a cargo de la University College de Londres y de la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay, y fue publicado en la revista Sleep Health, sostiene que dormir la siesta permite preservar la salud cerebral al disminuir la velocidad con la que este se encoge con el tiempo.
Por eso, a medida que transcurren los años, incorporar este hábito puede ser sumamente beneficioso, especialmente para aquellas personas acostumbradas a un ritmo de vida acelerado.
El hábito de dormir la siesta y sus múltiples beneficios: ¿en qué consistió el estudio?
En concreto, la investigación comparó datos de personas de entre 40 y 69 años, del cual surgió un vínculo causal entre las siestas y un mayor volumen total del cerebro, lo que indica buena salud en este órgano y un riesgo bajo de contraer enfermedades.
Victoria Garfield fue la autora de este estudio y es ella quien sostiene que las siestas cortas promueven la buena salud cerebral, sobre todo en personas adultas ubicadas en el rango antes mencionado.
Estas conclusiones se condicen con las de otros estudios anteriores, como el que realizó Hassan Dasthi, doctor de la Universidad de Harvard, del cual surgió un dato interesante: las personas que tienen incorporado el hábito de dormir la siesta tienen características genéticas especiales.
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A partir de esto, el nuevo estudio sentó las bases para relacionar las características genéticas con una serie de variables. El resultado fue asombroso: la diferencia promedio en el volumen cerebral entre estas personas y las que no duermen la siesta eran equivalentes a 2,6-6,5 años de envejecimiento.