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A lo largo de los últimos años, el Papa Francisco, que recientemente cumplió 87 años, ha visto agravarse sus problemas de salud. Desde complicaciones respiratorias hasta problemas intestinales, el Santo Padre ha tenido que reducir su agenda en numerosas ocasiones. Una inflamación pulmonar reciente puso en alerta a sus médicos, aunque su estado es estable tras un tratamiento con antibióticos.
Complicaciones y recientes ingresos hospitalarios
El Papa ha lidiado con problemas respiratorios, que se han agravado desde su hospitalización en marzo de 2023 por una bronquitis infecciosa. Este año, Francisco fue sometido a una TAC que confirmó una inflamación pulmonar, aunque descartó una neumonía grave. Este tipo de complicaciones lo ha obligado a cancelar audiencias y limitar sus viajes internacionales.
Además de sus problemas respiratorios, el Santo Padre ha enfrentado varios problemas intestinales. En 2021 fue sometido a una cirugía de colon, lo que suscitó preocupaciones sobre su salud a largo plazo. A pesar de su resistencia, estas operaciones han reducido su capacidad física y han sido motivo de internaciones recurrentes en el Hospital Gemelli de Roma.
El impacto en su futuro como líder religioso
Las crecientes preocupaciones sobre la salud del Papa han abierto el debate sobre la posibilidad de su renuncia, un tema que él mismo ha mencionado en varias entrevistas. Aunque su estado actual es estable, los años de deterioro han planteado dudas sobre su capacidad para continuar liderando la Iglesia católica.
