Fuente: Freepik
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Durante las últimas semanas, redes sociales y algunos medios digitales han amplificado predicciones inquietantes: la inteligencia artificial estaría anticipando un apagón eléctrico mundial para el 27 de abril de 2027.
La alerta no proviene de instituciones oficiales, sino de algoritmos que procesan grandes volúmenes de datos y emiten escenarios futuros. Y aunque pueda sonar a ciencia ficción, la idea ha calado hondo en buena parte del público.
En España, donde los recuerdos del gran apagón en Cataluña en 2007 siguen presentes, la preocupación por la estabilidad del sistema eléctrico no es nueva. Pero ¿hay motivos reales para pensar que una IA pueda anticipar un corte de luz global? ¿Y qué riesgos concretos podrían afectar al suministro en nuestro país?
¿Puede España sufrir un apagón masivo?
Expertos en energía coinciden en que un apagón global simultáneo es extremadamente improbable. Las redes eléctricas están organizadas por regiones y, en el caso europeo, España forma parte del sistema interconectado continental, gestionado por Red Eléctrica y coordinado por ENTSO-E (la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad). Esto garantiza cierta estabilidad y permite que, ante fallos locales, se reciba apoyo de países vecinos.
Sin embargo, sí existen amenazas que podrían causar cortes eléctricos a gran escala. Las más citadas por analistas son las tormentas solares intensas -capaces de dañar transformadores- y los ciberataques a infraestructuras críticas.
Ya en 2022, el Centro Criptológico Nacional alertó sobre posibles vulnerabilidades en el sistema energético español, especialmente con el crecimiento de las redes inteligentes y el uso de tecnologías conectadas.
¿Qué hay detrás de la predicción de la IA?
Según recogió el medio Semana, el algoritmo que habría predicho un apagón el 27 de abril de 2027 se basa en patrones de consumo energético, eventos naturales extremos y debilidades del sistema eléctrico global. Sin embargo, no se trata de un modelo validado por instituciones científicas ni energéticas.
En realidad, estas predicciones deben leerse como simulaciones hipotéticas. La IA no ofrece certezas: identifica correlaciones y escenarios posibles a partir de datos históricos. Y aunque puede ser útil para anticipar riesgos, sus resultados no son más que puntos de partida para el análisis.
En palabras de Red Eléctrica, "los modelos predictivos ayudan a optimizar la gestión, pero la seguridad del sistema depende de la planificación y la inversión constante".