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La polémica alrededor de la Ley de Alquileres en España sumó un nuevo capítulo tras detectarse la falsificación digital de documentación utilizada en contratos inmobiliarios. Según la presentación judicial, la maniobra “se realizó mediante la manipulación de archivos electrónicos, con el fin de presentar un contrato falsificado como si fuera legítimo”.
La denuncia incluye material peritado que, siempre según el expediente, “deja en evidencia la alteración del documento y la inserción de datos que no correspondían al archivo original”.
La situación encendió alarmas en un mercado que ya transitaba incertidumbre ante los posibles cambios del Congreso pese al desacuerdo entre el PSOE y Sumar. Peritos consultados señalaron que “la copia digital intervenida muestra modificaciones evidentes en metadatos y en el historial interno del archivo”.

Cómo operan las nuevas estafas digitales en alquileres
El caso expuso un riesgo creciente: el uso de software de edición avanzada para modificar contratos antes de su presentación. En la denuncia se describe que “el documento fue intervenido de forma quirúrgica, alterando firmas, fechas y condiciones esenciales”, algo que sólo se advirtió cuando el archivo fue sometido a análisis técnico.
Este tipo de fraude digital afecta tanto a inquilinos como a propietarios. Peritos en cibercrimen remarcaron que “la manipulación no era detectable a simple vista, ya que se utilizó un programa capaz de reescribir datos internos del archivo original”.
Señales de alerta para propietarios e inquilinos
- Archivos PDF cuyo tamaño o metadatos no coinciden con el original.
- Firmas digitales o manuscritas que presentan bordes irregulares.
- Cambios en fechas o condiciones que no figuran en la versión física.
- Distintos niveles de compresión dentro del mismo archivo.
Qué recomiendan los especialistas tras el caso
Tras el avance de la causa, forenses digitales recomendaron extremar controles antes de firmar o recibir contratos electrónicos. Uno de los peritos sostuvo que “la única forma de detectar este tipo de adulteraciones es a través de un análisis profesional del archivo”.
En el expediente también consta que “los peritajes determinaron diferencias sustanciales entre el documento original y la versión presentada como válida”, lo que terminó por confirmar la adulteración.
Los especialistas sugieren:
- Solicitar siempre el archivo original, no una fotografía o captura de pantalla.
- Corroborar la autenticidad mediante sistemas de firma digital oficial.
- Verificar metadatos con herramientas básicas antes de validar un contrato.
- Pedir certificación notarial cuando se sospechen irregularidades.
Por qué este caso preocupa al sector inmobiliario
La preocupación surge porque la Ley de Alquileres implica condiciones contractuales muy específicas y cualquier alteración puede trasladar obligaciones económicas indebidas. Consultores del sector advirtieron que “la falsificación de documentos modifica en forma directa las condiciones pactadas y genera un perjuicio inmediato para una de las partes”.
La Justicia continúa analizando el caso para determinar responsabilidades y el alcance de la maniobra. Mientras tanto, profesionales del sector coinciden en que “la digitalización acelerada trajo ventajas, pero también abrió la puerta a estafas más sofisticadas”.
















