

Por primera vez en más de seis años, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos cambiará de titular a partir del 10 de diciembre. Al frente del área desde mediados de 2009, Julio Alak dejará el puesto incluso si es electo como presidente el oficialista Daniel Scioli, que postula para el cargo a Ricardo Casal, su ministro bonaerense. El cambio de piezas será más rotundo, lógicamente, si el nuevo presidente de la Nación surge entre Mauricio Macri y Sergio Massa, quienes tienen su propia mesa chica de asesores judiciales y también ya eligieron a sus potenciales ministros. Respecto al recambio de la Corte, que deberá cubrir dos vacantes desde el 11 de diciembre, en los tres espacios admiten que habrá que consensuar en el Senado.
- Casal, el candidato cantado
Desde que asumió como ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Casal se convirtió, más allá del cargo, en el principal referente de Scioli en temas judiciales. Abogado platense de 60 años e hincha de Gimnasia, llegó a la administración pública bonaerense a finales de los 80, con Antonio Cafiero como gobernador, y se mantuvo en diferentes cargos durante los gobiernos de Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf. Tras ocupar un cargo en la dirección de Escuelas provincial en el gobierno de Felipe Solá, desde 2002, fue con Scioli a partir de 2007 cuando saltó de lleno a la escena política.
Durante sus ocho años de mandato, Casal encabezó un ministerio que de 2010 a 2013 fue unificado con Seguridad, luego separado nuevamente. Fiel a Scioli, fue resistido por el kirchnerismo duro en los años de mayor tempestad entre el gobernador y el Ejecutivo nacional. Pero se mantuvo, más allá de los cuestionamientos y, a menos que surja como sorpresa un gobernador actual que quiera llegar a ese puesto.
Fuentes cercanas a Scioli aseguran que la casi segura salida de Alak no invalida que funcionarios actuales del Ministerio sean escuchados por el gobernador en caso de llegar a la Casa Rosada. El camporista Julián Álvarez, actual secretario del área, es el principal candidato para la intendencia de Lanús, pero aun desde ese municipio del conurbano podría aportar su experiencia en Justicia.
- Sanz, el ministro de Macri
"Si soy presidente, mi ministro de Justicia va a ser Ernesto Sanz", dijo Mauricio Macri a finales de septiembre, en plena campaña y buscando asegurarse con vistas a octubre el 3,44% de votos que consiguió su rival en las PASO de Cambiemos. El senador radical será de ese modo el titular del influyente ministerio si Macri asume la presidencia, aunque el actual jefe de Gobierno porteño cuenta con un nutrido grupo de asesores en el sector judicial.
El titular de Justicia y Seguridad en la Ciudad de Buenos Aires es Guillermo Montenegro, ex juez federal y responsable del área en los dos mandatos de Macri. Pero no es el único referente que tiene Macri en Tribunales. José Torello, amigo de Macri desde sus tiempos como alumnos en el colegio Cardenal Newman, es el apoderado del PRO y, junto a Daniel Angelici, uno de los principales operadores judiciales de Macri. Hay quienes dicen que en el último año, incluso, ganó terreno en la histórica interna que tiene con el presidente de Boca. Otro funcionario porteño que también escucha Macri es Martín Ocampo, fiscal general porteño.
- Vanossi, el referente de UNA
En pos de avanzar con sus propuestas vinculadas a garantizar mayores penas a quienes delinquen y reformar el Código Penal, Sergio Massa apuesta a un combo generacional para el sector judicial en caso de ser electo. Titular del área durante el comienzo del gobierno de transición de Eduardo Duhalde, en 2002, Jorge Vanossi sería el bendecido por Massa para asumir como ministro. De 76 años, el ex diputado nacional por la UCR tendría ventaja sobre Ramiro Gutiérrez, de 48 años, diputado provincial del Frente Renovador y experto en derecho penal. El abogado Mauricio D Alessandro, también legislador provincial, es otro de los hombres vinculados a la Justicia a los que Massa escucha.













