

Con un apoyo tibio a Martín Lousteau en la antesala del ballottage porteño, y acom pañada de locro, empanadas y vino para festejar la fecha patria, Elisa Carrió lanzó ayer su precandidatura presidencial. Fue en el Palacio San Miguel del centro porteño, adonde enfatizó que la elección de octubre será a cara o cruz: o es la República y los valores, o es el narcotráfico y los negocios.
Hoy empiezo a ser candidata a presidente con la certeza del triunfo de Cambiemos en octubre para recuperar la República en diciembre. Vamos a tener una avalancha de votos, resaltó respecto del frente electoral que integra con el PRO y la UCR, y que atravesó rispideces en las últimas semanas a causa de la elección porteña en la que Lousteau, integrante del espacio, quedó como favorito frente al postulante del PRO, Horacio Rodríguez Larreta.
En el acto,Carrió dijo que no hay lugar para gatopardismo en las elecciones y adelantó: Obviamente voy a votar a Lousteau, pero ahora ya estoy dedicada a mi campaña. La chaqueña agregó que está saliendo a recorrer el país rumbo al norte y advirtió que sólo tendrá su campaña para asistir a la sesión del miércoles (en la que la Cámara de Diputados convertirá en ley la actualización automática de las asignaciones familiares) y para votar el domingo 19 en la Ciudad.
Vamos a emprender esta campaña al revés de la historia: en un mes y sin dinero. Si ganamos sin dinero haremos la revolución de la paz, indicó y pidió demostrarle a la Presidente que esta sociedad es rica porque no necesita de su dinero. Reclamó además: No repitamos, como una sociedad resignada, que gana (el precandidato a presidente por el kirchnerismo, Daniel) Scioli.
Durante el acto de lanzamiento también hablaron los primeros candidatos a diputados nacionales, Marcela Campagnoli y Hernán Reyes, por la Ciudad de Buenos Aires; y la postulante al Parlasur, Mariana Zuvic.













