

El 9M será recordado como el día que se firmó la declaración de guerra entre Daniel Scioli y Florencio Randazzo. Desde que ambos presidenciables del FpV comenzaron a pujar por el cariño incondicional presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, no faltaron las escaramuzas dialécticas entre la tropa del gobernador bonaerense y la del ministro de Transporte e Interior. Pero ayer hubo un ataque coordinado desde La Plata como nunca antes, tras redireccionar los cañones naranja que venían apuntando al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
El día comenzó como cualquier otro de esta tempranera campaña interna que el randazzismo, sin ocultar sus críticas al gobernador, mantiene al rojo vivo. "Terminemos con esta hipocresía que no sirve. La Argentina necesita un presidente que tenga coraje, decisión y voluntad, que haya podido demostrar con hechos. Pregunten qué ha transformado Scioli", desafió el chivilcoyano, confiado con la bandera camporista que dicta que "El candidato es el proyecto".
Rompiendo su propia estrategia de ningunearlo, para sumarse a la campaña por la interna, el sciolismo contraatacó con todo. "Randazzo está cuestionando a un hombre que fue elegido por Néstor Kirchner para acompañarlo en la fórmula 2003", se quejó el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez. Y el funcionario más sciolista después de Scioli acusó que el ministro "le está haciendo el juego a Macri". Un argumento similar esbozó el hermano del gobernador, José "Pepe" Scioli: "Es funcional al poder económico", recriminó.
Luego de los bombardeos, Scioli y Randazzo compartirán hoy palco con Cristina Kirchner: hasta anoche tenían en sus agendas el acto en Ezeiza, suspendido la semana pasada, que ahora marcará el apoyo presidencial al titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, como candidato a Jefe de Gobierno porteño.
"Trabaja para ser presidente, no para ser candidato", repiten como el primer mandamiento de la campaña del ex motonauta. Gracias a él, explican todo: desde la baja de la candidatura porteña de Gustavo Marangoni, su amor K a veces no correspondido hasta que nunca responda las chicanas randazzistas. Con el optimismo de siempre, el sciolismo confía que el hoy tensionado PJ, por la jubilación del operador Juan Carlos "Chueco" Mazzón, se tranquilice lo suficiente para negociar la incorporación de La Cámpora a las futuras boletas. El objetivo final es lo único que importa: "La estrategia política de Scioli no se basa en la rosca de los cierres de lista", afirmó Juan Courel, su Secretario de Comunicación Pública.










