Tras once horas de debate, la Cámara alta convirtió en ley por 36 votos a favor y 35 en contra el aumento de las jubilaciones hasta el 82% del salario mínimo, vital y móvil, que ya contaba con la media sanción de Diputados.

La medida, impulsada por la oposición, significa una dura derrota para el oficialismo, pero puede ser vetada por la presidenta Cristina Férnandez porque el gobierno señala que el beneficio a los jubilados le costará al Estado $ 30 mil millones por año.

El resultado parcial de la votación dio un empate en 35 votos, que debió ser desempatado por el vicepresidente Julio Cobos, quien volvió a definir una votación clave en favor de la oposición, como ocurrió en 2008 con el proyecto que pretendía hacer ley la resolución 125 de retenciones móviles a las exportaciones de granos.

"Yo ya había anticipado mi voto positivo", expresó Cobos en forma escueta y justificó su postura alegando que "es un voto por la equidad social".

Otra sesión maratónica

El análisis del proyecto, que ya contaba con media sanción en la Cámara de Diputados, arrancó pasadas las 14 y fue el titular de la comisión de Trabajo y Previsión Social, el radical por Santa Cruz Alfredo Martínez, quien abrió la lista de oradores y defendió el plan.

“El Congreso está avanzando en una actitud de absoluta justicia para los jubilados , apuntó Martínez y agregó que la iniciativa contempla lo resuelto por la Corte Suprema en los casos Badaro y Sánchez, que fijó la movilidad de los haberes previsionales. “La Justicia resolvió lo que la política no pudo , señaló el radical.

Desde una posición opuesta, el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialista Eric Calcagno, afirmó que el 82% móvil “no se puede pagar con los fondos de la Anses y consideró que el proyecto “plantea un sistema jubilatorio gravoso e ineficaz .