

“Las negociaciones están más que complicadas, complicadísimas”, aseguró hoy Néstor Marcolín, uno de los delegados de la línea 60 sobre la posibilidad de que se solucione el conflicto y los colectivos vuelvan a funcionar después de 41 días de paro de actividades.
De acuerdo con las declaraciones del delegado, hay mucho “nerviosismo” entre los trabajadores, porque la empresa no quiere pagar los sueldos correspondientes a los 40 días que lleva el cese de actividades.
“Hay muchas promesas pero las propuestas terminan cayéndose. Igual, seguimos con voluntad de diálogo”, dijo a DyN Marcolín en un cuarto intermedio de las negociaciones.
El delegado informó que los trabajadores realizan asambleas permanentes en las cabeceras, donde “minuto a minuto se decide cuál será la siguiente medida a tomar, como ocurrió esta mañana cuando se votó cortar la Panamericana”
En este sentido, el delegado Hugo Schwartzman dijo que ayer fracasó el acta que aseguraba la reincorporación de 50 de los 53 choferes despedidos y el pago de salarios caídos por la huelga, porque “a último momento la empresa dijo que no iba a pagarlos”.
Los choferes bloquearon hoy en forma parcial la Panamericana, a la altura de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, donde analizaron la situación por la falta de acuerdo con la empresa Monsa.
Hace una semana, a esa misma altura de la Panamericana, la Gendarmería comandada por el secretario de Seguridad, Sergio Berni, reprimió otra protesta de los choferes, en la que hubo represión, choques, heridos y detenidos.
El conflicto entre los choferes y la empresa Micro Omnibus Norte SA (Monsa) comenzó el 25 de junio, cuando los trabajadores dejaron de cobrar boletos en repudio al despido de un compañero, tras lo cual la compañía echó a otro grupo de empleados.
En este contexto, la empresa acusó en una solicitada de “extorsionadores” a los delegados, mientras los choferes denunciaron que un lock-out patronal impedía el servicio en la línea 60 que une el barrio porteño de Constitución con la zona norte del conurbano.
El conflicto se agravó también por una interna gremial con la UTA, sindicato que rechazó la modalidad de protesta del cuerpo de delegados y firmó en el ministerio de Trabajo un principio de acuerdo con la empresa en el que no fueron convocados los referentes de base.
FUENTE: Agencias Buenos Aires












