

A 17 días del inicio de la campaña, formalmente según el cronograma electoral, el cuestionado Jefe del Ejército, Teniente General César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, pidió ayer su "pase a retiro efectivo" por "razones estrictamente personales". Fue por carta, luego de dos años de ser objeto de fuertes críticas de la oposición y de enfrentar causas judiciales por supuesta violación a los derechos humanos y enriquecimiento ilícito.
Con un escueto comunicado, el Ejército Argentino informó al mediodía la salida de Milani. Por la tarde, luego de que Cristina Fernández de Kirchner le aceptara su pedido, el ministerio de Defensa, a cargo de Agustín Rossi, informó que la Presidenta, como Comandante en Jefa de las Fuerzas Armadas, designó como su reemplazante al general de división Ricardo Luis Cundom. Veterano de la Guerra de Malvinas, el nuevo jefe castrense se desempeñaba como Comandante Operacional del Estado Mayor Conjunto de las FFAA. Fuentes militares mencionan un aceitado vínculo con el flamante candidato a Vice, el Secretario de Legal y Técnica, Carlos "Chino" Zannini.
El futuro de Milani pendía de un hilo a partir de que se iniciara una investigación judicial en su contra por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos en La Rioja y Tucumán, durante la última dictadura militar, con la desaparición del conscripto riojano Alberto Ledo como emblema de las denuncias, al tiempo que también enfrentaba denuncias por enriquecimiento ilícito, más allá de que hasta el momento, no había sido procesado en ninguna causa. Casualmente, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había prometido en diciembre pasado: "Si Milani es procesado, la Presidenta lo pasará a retiro". No fue necesario llegar a eso. La oposición, además, lo acusaba de estar a cargo de presuntas tareas de "espionaje interno" para vigilar a dirigentes políticos y funcionarios judiciales, tras la batalla contra la ex-SIDE (ver página 7). La cercanía de los comicios generó varias suspicacias para explicar la renuncia de Milani. Aún sin ser procesado, Milani siempre fue una piedra para el kirchenrismo que iza la bandera de los Derechos Humanos. La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, paradójicamente, fue su más férrea defensora. Fuentes oficiales citan una reunión previa entre Cristina Kirchner y Milani que selló su salida. Unos la ubican en Rosario en el último Día de la Bandera, y otros que ocurrió ayer. Tampoco las versiones coinciden en el desencadenante: o fue el militar quien ofreció su paso al costado o fue la mandataria quien se la solicitó. Lo segundo suena más probable.
"En la previa de los comicios, parece lógico que haya decidido correrse para evitar ser blanco electoral", analizaban en un despacho de Balcarce 50. En el entorno de Daniel Scioli, único presidenciable del FpV que sobrevivió al "baño de humildad", negaron cualquier tipo de negociación ante la Presidenta para apartar a Milani.
Su renuncia fue tan hermética que Rossi recién se enteró ayer por la mañana, cuando le llegó la carta del ahora ex Jefe del Ejército. A causa de la sorpresa, tuvo que suspender una conferencia de prensa que tenía programada con el presidente del Parlasur, Saúl Ortega. Con la confirmación de su retiro y el nombramiento de su reemplazante, el ministerio de Defensa lo despidió agradeciendo su "compromiso y dedicación permanente".













