

Daniel Scioli y la primera línea del sindicalismo peronista profundizaron ayer su sociedad política para encarar la recta final de la campaña de cara al decisivo ballottage. Cada uno cumplió al pié de la letra su parte del trato: mientras el candidato del FPV amplió su promesas destinadas a mejorar los ingresos de los trabajadores, y a la ya anunciada rebaja de la carga de Ganancias agregó el compromiso de universalizar las asignaciones familiares, los gremios se sumaron de lleno a la fuerte ofensiva descargada por el oficialismo contra el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri.
En el escenario montado en la sede de la Unión Ferroviaria para el encuentro con la Mesa Sindical que avala su postulación, Scioli ahondó en la inquietud que genera la figura de Macri entre la dirigencia gremial. Leyó entonces supuestas declaraciones, luego desmentidas, del economista Carlos Melconian, cercano al líder del PRO, en las que afirmaba que "ya no se pueden subir más los sueldos y jubilaciones" (ver aparte). "Si ahora que están en campaña dicen esto, imaginémoslo después gobernando lo que pueden hacer. La gran pregunta es qué tipo de cambio queremos los argentinos", alertó el candidato oficialista al centenar de sindicalistas, la mayoría enrolados en la CGT de Antonio Caló y algunos del moyanismo.
Acto seguido, frente a los micrófonos, Caló y compañía embistieron con dureza contra el candidato opositor. "Los trabajadores se tienen que desengañar porque un gobierno de Macri no va a estar a favor de sus intereses ni de los jubilados", indicó el jefe de la UOM, aunque dijo desconocer los dichos atribuidos a Melconian. Sin embargo, el metalúrgico acusó que el postulante de Cambiemos "está escondiendo a su (eventual) gabinete" y le pidió que lo anuncie antes del ballottage "para que sepamos la verdad de lo que piensa hacer".
Más a fondo fue el titular del Smata, Ricardo Pignanelli, quien denunció que "fue Mauri (sic) Macri, no Franco Macri, el que cerró Sevel en el 93 porque era mucho trabajo y daba poca rentabilidad". Y aseguró que el dirigente opositor "va a aplicar una flexibilización laboral de hecho con una devaluación que nos va a pulverizar los salarios".
En línea con esa posición, los gremios anticiparon que desde mañana y hasta el lunes 9 realizarán asambleas en todos los lugares de trabajo para remarcar las diferencias entre los proyectos que expresan los dos candidatos que competirán en el ballottage. Esa estrategia machacará, además, con las promesas de campaña de Scioli para el sector que, además de la suba a $ 30.000 del piso salarial a partir del que se aplica el impuesto a las Ganancias y el pago del 82% móvil para los jubilados, ayer sumó la universalización de las asignaciones fami liares a través de la eliminación de escalas que actualmente determinan el cobro de esos beneficios.














