El Gobierno enviará al Congreso la reforma laboral, una vez que se concrete el cambio de las cámaras. Lo que se sabe es que aspira a aumentar la formalidad con esquemas más flexibles de empleo. Lo cierto es que el trabajo autónomo sube pero no alcanza a recuperar la caída del empleo formal mientras que los salarios suman una pérdida equivalente a dos meses de ingresos.
Fuentes del Gobierno que participan en la negociación aseguraron que la reforma está en instancias de validación, mientras que el secretario de Trabajo, Julio Cordero, dijo que aún está todo sobre la mesa de negociación.
El trabajo privado formal está estancado hace más de diez años. Según Econviews, el empleo privado registrado creció un 2,9% desde 2012, mientras que el empleo público creció un 33,7% y los monotributistas crecieron un 64,4%.
Monotributo social
El monotributo social y las asalariadas de casas particulares explicaron la suba del empleo en el mes. Si se elimina el monotributo social, en el mes se perdieron 20.000 puestos de trabajo.
Salarios dinámicos
Mientras que el Gobierno anticipó que quiere promover los "salarios dinámicos", en el frente de los ingresos el panorama da cuenta de un estancamiento de la recuperación. Desde Equilibra observaron que los ingresos tuvieron una caída inicial del 19% respecto del promedio de enero septiembre de 2023 y que luego tuvieron una recuperación hasta febrero, cuando alcanzaron el 94% del nivel previo. Desde entonces se estancaron y hasta retrocedieron.
Según observaron desde la consultora que dirige Martín Rapetti, en los casi dos años de la gestión Milei, los asalariados y jubilados tuvieron una pérdida equivalente a 2,1 meses de ingresos. Si se calculara en base a la canasta actualizada de INDEC para medir la inflación basada en una encuesta de gasto de los hogares de 2018, la pérdida sería de 2,3 meses de ingresos.
La figura de los salarios dinámicos que el Gobierno quiere introducir buscaría que el valor fijado en los convenios sirve como punto de referencia general, aunque habilita a regiones o empresas a negociar condiciones diferentes, siempre en línea con las posibilidades del entorno.
Abriría la puerta a negociaciones descentralizadas, donde empresas y representantes laborales tendrían margen para acordar mejoras, modificar sumas fijas o establecer mecanismos de ajuste propios. Los valores fijados en los convenios dejarían de ser "pisos" y pasarían a funcionar como "techos" de referencia. También propone eliminar la indexación, los incrementos salariales en función de la inflación, y vincularlos a la productividad en su lugar, puntos que son cuestionados por los sindicatos.
Reforma anticipada
"¿Se adelantan los efectos buscados de la reforma laboral que impulsa el gobierno?", cuestionan desde CP y advierten que el debilitamiento de las negociaciones colectivas, uno de los aspectos ya anticipados por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, que propone negociaciones intra empresas, "podría profundizar la fragilidad del salario real".
Respecto de la reforma en sí, consideraron que los impulsores de las reformas suelen ser optimistas sobre sus efectos y que en general las mismas no crean empleo, sino que "moldean esquemas regulatorios y responsabilidades del capital, trabajo y el Estado. Un esquema regulatorio actualizado actúa de manera más eficiente. No actualizar puede generar vacíos regulatorios más que defender derechos. El avance de las nuevas tecnologías amenaza con incrementar las desigualdades".














