

Los asistentes a la fiesta por el Día de la Industria, el tradicional festejo de la UIA al que ayer fue buena parte del Gabinete, en el que habló la presidenta Cristina Kirchner y que incluyó algunos gestos de distensión en la relación entre esa agrupación y la plana mayor del kirchnerismo, pagaron 1500 pesos por cabeza por la cena y la reunión.
Por ese módico precio, la cena incluía entrada, plato y postre, y también los vinos blanco y tinto y el champagne. Los tres pasos de la cena, con refinados nombres de estilo palermitano.
La entrada fue una “burratina caprese con aioli de albaca y tomatitos frescos y focaccia de aceitunas”. Para quien no conozca demasiado de la cocina italiana: la burratina es un queso artesanal de muzzarella y crema; el alioli, una preparación de aceite de oliva con ajo (más típica de España) y la focaccia, una especie de pan cubierto, en este caso, con aceitunas.
El plato principal fue “gigot de cordero patagónico con salasa dijonaise, zanahorias ahumadas, papas Croq, pétalos de cebolla y gremolata”. El gigot es la pierna de cordero, la salsa dijonaise incluye la tradicional mostaza de Dijon y la gremolata, una salsa verde con limón que suele usarse como aliño.
El postre fue “siesta de peras en pistacho, salsa de lima y helado de crema”.
Los vinos fueron Chardonnay Finca La Linda, el blanco; Malbec Syrah Fina La Linda (el tinto) Chandon Extra Brut (el champagne).













