El Gobierno celebró los supuestos casos de coimas durante la gestión kirchnerista que explotaron ayer. Por un lado, advierten que esto afectará la imagen de la ex presidenta Cristina Fernández, en momentos en que Cambiemos perdía terreno por la coyuntura económica. Por el otro, tratan de despegar al presidente Mauricio Macri del caso, luego que fuera detenido un ex gerente de Iecsa, que era la empresa del primo del jefe de Estado.

Cuando el Gobierno reconocía que la economía entraba en recesión y la imagen de los líderes oficialistas caía, las órdenes de detención del juez Claudio Bonadio levantaron el humor de la cúpula oficialista. "Es un escándalo de corrupción internacional. Hicieron latrocinio del Estado. Esto demuestra lo basuras que son", manifestaron en el entorno de Macri.

El jefe de Estado estuvo ayer en Olivos. "Estaba sorprendido por la dimensión que tenía lo que leía sobre este caso", confesó un ministro a este diario. "Las libretas van a ser un best-seller", comentó otro de los principales asesores del Presidente, en alusión a las anotaciones del chofer Oscar Centeno, que develarían una trama de corrupción en el gobierno K.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, tampoco pudo disimular el alivio que le dio este caso. Durante su presentación en el Congreso le enrostró al diputado del FpV, Rodolfo Tailhade: "Entiendo que es un día difícil pero no se ponga nervioso". En el Gobierno perciben que pueden volver a atraer a los electores de Cambiemos que se habían desencantado con su proyecto por, entre otras cosas, los malos resultados económicos.

Entre los detenidos por el supuesto entramado de coimas, se encuentra un ex gerente de IECSA, la empresa del primo de Macri, Ángelo Calcaterra. Siquiera mencionar que la detención de Javier Sánchez Caballero puede afectar la imagen del Presidente, molesta en la Casa Rosada. "Es problema del primo de Macri. Entiendan bien que Iecsa dejó de ser parte del Grupo de la familia del Presidente en 2007 y este caso fue después", argumentaron cerca del mandatario.

"Que la Justicia investigue lo que quiera. Nosotros no choreamos. En cambio hoy quedó demostrado que el kirchnerismo fue una asociación ilícita que incluía hasta a jueces como Norberto Oyarbide", advierten en el oficialismo. Una de las lecturas que quieren bajar en estos días es que la Justicia es independiente para investigar, sin el control del Poder Ejecutivo, y así aducen que el kirchnerismo presionaba a jueces y fiscales.

El principal vocero es el ministro de Justicia, Germán Garavano. Ayer, desde Mendoza, sostuvo que "no importa quién cae, en definitiva lo importante es que se haga justicia y que realmente esto ayude a dejar atrás una etapa de corrupción estructural". Por su parte, la diputada Elisa Carrió también celebró ayer la decisión y cuestionó al juez Ariel Lijo por no avanzar en una investigación contra el ex ministro Julio De Vido.