

El Gobierno anunció el fin de regímenes de información que los agentes debían realizar ante ARCA y aumentó los umbrales de los restantes con el objetivo de aumentar la circulación del dinero guardado, también conocido como los "dólares del colchón".
Entre los argumentos iniciales de esta medida estaba que la remonetización ayudara a mantener la tasa de crecimiento, ya que las personas usarían su plata guardada libremente.
El ministro de Economía, Luis Caputo, explicó en el Bolsa de Comercio de Córdoba que esta medida contribuye a la economía porque bancariza toda la cadena: "Si compran una moto, van a pedir factura, y el que la vendió también se la va a pedir a su proveedor porque lo va a poder deducir, y así se va a blanquear toda la cadena".
Además, agregó que podría implicar un aumento de la demanda que, espera, se vea acompañada por un aumento de la producción ya que, marcó, la capacidad instalada está un poco por debajo del 70%, y "hay margen para absorber cualquier shock de demanda".
Por último, el ministro agregó: "Si lográs normalizar más la economía y crecer a estas tasas, la baja de impuestos va a sorprender y mucho".
Analistas consultados coinciden en que el principal efecto que pueden tener estas medidas en la economía real es el aumento de la bancarización y los depósitos en dólares, con algún efecto en consumo.

Bancarización y crédito
Para el equipo de research de Puente, la relajación del control fiscal apunta a incentivar la bancarización de las operaciones y reducir el costo de las transacciones.
Para Luciano Lezcano, analista financiero de Pgk Consultores, la incorporación al circuito formal de un "volumen significativo de activos hoy en la informalidad" puede traducirse en una ampliación de la base monetaria, sin emisión, y favorecer la disponibilidad de capital para inversiones y una baja en las tasas de interés del mercado, con una baja del costo del crédito y un mayor volúmen disponible.
"Se puede dar algo parecido a lo que sucedió en el blanqueo", dijo Lucio Garay Mendez, de EcoGo. "Esta mayor oferta de divisas se tradujo en una expansión del crédito donde muchas empresas y personas físicas salieron a buscar esos dólares, los liquidaron en el MULC y le dio un empujón a la economía con un aumento del consumo y la inversión".
Dólar y reservas
Este frente es el que reúne menos consenso. Algunos esperan que el movimiento no sea tan marcado como para generar una baja en el precio, en especial porque (a diferencia del blanqueo) no tiene plazos de vigencia, mientras que otros esperan un caudal que implique una suba discrecional en las reservas.
Para Claudio Caprarulo, director de Analytica, "es difícil proyectar un impacto fuerte sobre reservas o cotización del dólar en el corto plazo".
Para Haroldo Montagu, economista jefe de Vectorial, el Gobierno busca con esto primordialmente aumentar la oferta de dólares: "En el marco de que al Gobierno le sigue costando conseguir dólares vía endeudamiento (riesgo país estancado en 700), el saldo comercial, a pesar del agro, se viene achicando mes a mes y desde enero, si no fuera por Vaca Muerta, tendríamos déficit comercial. Entonces, se relajaron los controles tributarios e impositivos para que ingresen dólares en el sistema sin que nadie (ARCA) pregunte nada, lo que de por sí constituye un riesgo en sentido de que habilitar dinero ilícito. En algún punto, es la inversa a un blanqueo".
Por su parte, desde Puente indicaron que no esperan que las medidas por sí mismas generen una oferta significativa de dólares ni una presión a la baja en el precio.
Esto último sería fundamental para acerca al Banco Central al cumplimiento de la meta de acumulación de reservas con el FMI, que debe sumar u$s 5.000 millones para el 13 de junio. El Gobierno sostiene que no comprará dólares antes de que su precio toque el piso de la banda de flotación, debajo de $995.

En materia de circulación de dólares, indicaron que "no se observan medidas específicas" y que sería importante que se de, en un plazo no muy lejano, una reducción de la presión tributaria para reforzar el potencial de los anuncios en materia de evasión".
A pesar de esto, consideran que sí podría traducirse en un aumento de las reservas brutas y líquidas: "Apuntan a contribuir a una mayor utilización del dólar en ciertas transacciones, aliviando indirectamente la presión sobre las tasas en pesos. Asimismo, apuntan a ampliar la base de dólares dentro del sistema financiero, con un posible incremento en los depósitos en moneda extranjera y, en consecuencia, en las reservas brutas y líquidas en dólares".
"Puede haber un aumento de las reservas en tanto aumentan los depósitos en dólares y eso produce un aumento de los depósitos encajados en el Banco Central, pero te aumenta las reservas brutas, no las netas", agregó Garay Méndez, en referencia a las que serán contabilizadas por el FMI.
Consumo y recaudación
El consumo se vería incentivado por ese nuevo caudal de fondos y además por el abaratamiento del crédito que implicará el aumento de la base monetaria.
La medida tendrá un impacto en el consumo, pero será dispar. "El impacto esperado no será uniforme en todos los segmentos. Se prevé una mayor tracción en sectores vinculados a bienes de alto valor, como el mercado inmobiliario y el automotriz, más que en el consumo minorista habitual, donde los efectos podrían ser más acotados", dijo Lezcano.
Si bien el ministro apuntó que la mayor registración de las operaciones traería un aumento en la recaudación, para que eso ocurra debe haber un cambio de hábitos.
Caprarulo explicó que la medida aspira a que ingresen en la registración operaciones que estaban por fuera del sistema, lo que sí implicaría una mayor recaudación: "También tenes que tener un cambio de hábitos. Que el comerciante que prefería cobrar en efectivo ahora acepte sin costo extra sobre el cliente una transferencia".
Por ejemplo, en los comercios que se hacía un descuento por pago en efectivo, podrán pasar esas operaciones al régimen formal sin que ARCA cruce los datos de facturación a menos que se supere el umbral.














