

El camino hacia la reunificación de la CGT ya está en marcha y promete avanzar a paso firme aún antes de la definición electoral de octubre. Tras lograr el viernes la primera puesta en escena del operativo unidad, dirigentes sindicales K y referentes del moyanismo opositor buscarán en los próximos días fortalecer su ofensiva, resistida por el jefe de a CGT oficial, Antonio Caló, a partir de sumar a poderosos gremios del transporte y los servicios a las negociaciones por la reunificación. Una vez obtenido el respaldo de una estratégica mayoría de gremios, el plan de unidad se completará con la difusión durante la primera quincena de octubre de un documento consensuado en el que el sindicalismo peronista sentará las bases sobre las que pretenderá articular la relación con el futuro presidente.
Esa ingeniería fue definida en el asado informal que referentes de los denominados grupos de "independientes" (Gerardo Martínez de Uocra, Andrés Rodríguez de Upcn y José Luis Lingeri de Obras Sanitarias) y "gordos" (Armando Cavalieri de Comercio y Héctor Daer de Sanidad) de la CGT oficialista mantuvieron el viernes con Hugo Moyano y un grupo de dirigentes que le responden. Allí hubo una coincidencia total respecto a la oportunidad de acelerar las conversaciones sobre la reunificación de la central obrera a partir de la preocupación compartida acerca del futuro de la economía y sus efectos sobre el empleo y los salarios. "Hay temor de lo que pueda pasar y cómo vamos a actuar frente a un nuevo gobierno si se propone ajustar sobre los bolsillos de los trabajadores", apuntó uno de los participantes del encuentro.
Otro de los gremialistas insistió en la necesidad de avanzar en la unidad para fortalecer al sector y así garantizar "ser partícipes" de las decisiones del nuevo gobierno. "Tenemos que lograr plantear cosas y para eso vamos a ampliar el volumen dirigencial este espacio antes de las elecciones", agregó.
En ese propósito, parte de los dirigentes que asistieron al almuerzo del viernes multiplicarán en los próximos días las gestiones ante otros gremios de servicios y referentes del transporte para convencerlos de sumarse al proyecto de unidad. En cambio, las negociaciones dejarán por el momento afuera al propio Caló, al sindicato de mecánicos de Smata y a los gremios que componen el denominado MASA (Movimiento de Acción Sindical), que lidera el taxista Omar Viviani, los sectores que más firmemente se oponen al acercamiento con Moyano y apuestan a hegemonizar el vínculo cegetista con Daniel Scioli, si el mandatario bonaerense resulta electo Presidente.
Las diferencias entre la dupla Caló-Viviani y las posiciones que expresan los grupos de "independientes" y "gordos" puertas adentro de la CGT más afín al kirchnerismo se profundizaron en las últimas semanas y generaron fuerte tensión puertas adentro de la CGT más afín al kirchnerismo. En su estrategia de priorizar su diálogo directo con Scioli, el jefe de la UOM promovió la idea del candidato oficialista de impulsar un acuerdo social tripartito, situación que le provocó un duro reproche de sus pares, quienes advirtieron que un pacto de esas características en la actual coyuntura económica solo buscaría imponer un tope a los salarios.
Tras las críticas internas, Caló dio marcha atrás en su propósito y garantizó la defensa irrestricta de las paritarias libres.














